La subasta de letras a seis meses, celebrada este martes, captó 1.030,73 millones de euros a un interés marginal del 3,629%, superior al 3,392% anterior. Se trata del interés más elevado desde julio de 2012. El Tesoro también colocó letras a doce meses, concretamente captó 4.237,78 millones a un interés marginal del 3,804%, superior al 3,468% anterior y, también, el interés más elevado desde julio de 2012.
Lo más significativo, además del alza de los intereses -la deuda nos sale cada vez más cara- es el hecho de que ya pagamos más por la deuda a corto plazo que lo que pagamos por el bono a 10 años, que en la última subasta fue el 3,55% de interés. Es lo que se conoce como inversión de la curva de interés, que algunos economistas relacionan con la proximidad de una crisis o recesión.
Efectivamente, en una situación normal, los tipos de interés de la deuda a largo plazo es más elevado que los de la deuda a corto plazo porque hay más incertidumbre sobre lo que sucederá en los próximos 10 años. Por el contrario, cuando se paga más interés por la deuda a corto significa que el mercado no se fía de lo que sucederá en los próximos meses y por eso exige una mayor rentabilidad.
Pues bien, cuando ha sucedido esto en EEUU, al año siguiente aproximadamente la economía entró en crisis o, incluso, en recesión. No ha sucedido siempre, pero sí casi siempre. La pregunta es si la subasta de este martes es el preludio de crisis económica en España. Es muy poco probable, porque la economía española va “como una moto”, según Pedro Sánchez, y el presidente nunca miente. Esperemos que tampoco tenga que cambiar de opinión.