Al fondo de capital riesgo CVC Capital Partners parece que ya no le gusta tanto el aceite de oliva (también denominado como el oro líquido) como la energía. Y es que ha iniciado su salida en Deoleo, nueve años después de entrar en su accionariado, según avanza Cinco Días, claro que al mismo tiempo no se plantea hacer lo mismo en Naturgy, donde aterrizó hace cinco años.
El fondo de capital riesgo CVC tiene sus orígenes en 1981, dentro del banco estadounidense Citicorp (el actual Citigroup y que es el mayor grupo de servicios financieros del mundo), del cual se escindió en 1993 y pasó a ubicar sus sedes en Londres y Luxemburgo. En España, está dirigido por Javier de Jaime y ahora busca un socio industrial para Deoleo, la compañía líder mundial de aceite de oliva donde CVC es el primer accionista controlando el 56,4% del capital. Como saben, los fondos de inversión suelen tener un horizonte de inversión de unos cinco años dentro de una compañía y después deciden empezar a salir, obteniendo jugosas plusvalías. Claro que hace unos meses, De Jaime refirió que en el caso de CVC los plazos inversores exceden con creces ese tiempo, como se puede ver, por ejemplo en: Tendam Brands, el dueño de Cortefiel y de otras marcas textiles (aquí está desde 2006); Deoleo (desde 2014); y Naturgy (desde 2018).
En febrero de 2022, CVC y PAI Parners decidieron iniciar su salida de Tendam (Cortefiel) y ponerlo a la venta, valorándolo en 2.500 millones de euros, una cifra que no convenció a nadie
Recordemos que CVC entró en Cortefiel, junto a los fondos PAI Partners y Permira en 2006 cuando se la compraron a la familia Hinojosa. En julio de 2017, CVC y PAI compraron a Permira su 33%, se convirtieron en los únicos propietarios del grupo textil y se lo repartieron al 50%. En febrero del año pasado, decidieron iniciar su salida y ponerlo a la venta, valorándolo en 2.500 millones de euros, una cifra que no parecía convencer a nadie; y así llegó al verano, cuando De Jaime dejó de ser consejero; y a octubre, cuando cerró la refinanciación de su deuda por valor de 605 millones. El pasado enero se conocieron los números de los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, donde logró ventas récord de 840,7 millones y un resultado bruto de explotación (ebitda) de 192,5 millones, pero aún no se sabe cómo cerró dicho ejercicio el grupo textil (dueño de marcas como Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield, Women’secret, Hoss Intropia, High Spirits, Slowlove y Fifty) que dirige Jaume Miquel.
Pasemos a Deoleo, donde CVC ha iniciado su salida con la búsqueda de un socio industrial y espera tener más éxito que con la de Tendam. Entró en la compañía líder mundial de aceite de oliva en 2014, tuvo que afrontar la entrada en causa de disolución en 2019 por las pérdidas de 291 millones registradas en 2018, algo que le llevó a rescatarla con una recapitalización de la mitad de deuda, a la que siguió una reestructuración societaria y más tarde una ampliación de capital. Ahora, tras encadenar tres años consecutivos de beneficios pero con cifras en descenso, al igual que le pasa al ebitda, quiere iniciar una salida ordenada y al mercado -por tanto, a los inversores- les ha gustado: la cotización ha subido un 6,6% en la sesión del pasado viernes 26, frente a un Ibex que ha tenido un ascenso del 0,82%. Ahora la capitalización bursátil de la compañía de aceite de oliva es de 131,69 millones.
En 2022, Deoleo (propietario de marcas como Carbonell, Hojiblanca, Koipe, Bertolli y Carapelli, entre otras) cerró en positivo, pero ganó un 62% menos: su beneficio neto se desplomó hasta los 6 millones de euros y el ebitda bajó, pese a las mayores ventas
En 2022, Deoleo (propietario de marcas como Carbonell, Hojiblanca, Koipe, Bertolli y Carapelli, entre otras) cerró en positivo, pero ganó un 62% menos que en 2021: su beneficio neto se desplomó hasta los 6 millones de euros. Además, el ebitda descendió un 11%, a 43 millones, a pesar de que las ventas aumentaron un 18%, hasta superar los 827 millones. Eso sí, el presidente y CEO, Ignacio Silva, notó poco los citados descensos, pues cobró 756.000 euros, 33.000 más que el año anterior.
La búsqueda de un socio industrial que ha iniciado CVC coincide en un momento algo delicado para el sector del aceite por la sequía, que ya se notó el año pasado y redujo la producción, lo que provocó el encarecimiento de esta materia prima. De hecho, la campaña 2021-2022 de aceite de oliva, que finalizó el pasado 30 de septiembre, tuvo récord de ventas, pero la producción se situó en 1.493.008 toneladas y los precios del aceite fueron un 27% superiores, compensando los mayores costes de producción, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación publicados el pasado octubre. En ese momento, el Departamento de Luis Planas estimaba para la campaña 2022-2023 un aforo inicial de producción de unas 780.000 toneladas, lo que supondría una fuerte caída respecto a la de la campaña anterior, pero el balance provisional actualizado este mes empeora aún más la cifra, hasta las 663.000 toneladas, y ojo, porque los precios serán aún más caros. Eso sí, en la Junta de Accionista de Deoleo celebrada hace unos días, donde Silva ha sido reelegido por otros cuatro años, refirió que confían “en que, en las próximas semanas y meses, lleguen lluvias que mejoren las previsiones de producción para la siguiente campaña. Aunque las lluvias no sean abundantes, ayudarán a una producción aceptable y a vislumbrar un futuro más prometedor”. Además, todos los acuerdos propuestos fueron aprobados y Silva agradeció “a los accionistas de referencia su apoyo para continuar como consejero ejecutivo. Comparten la visión, son conscientes de la situación y respaldan la prioridad de proteger el margen e invertir en nuestras marcas”.
Y por último cabe hacer una ligera referencia a Naturgy, donde CVC es el segundo accionista, con un 20,7% (a través de la sociedad Rioja, la cual comparte con Corporación Financiera Alba, es decir, con los March) desde 2018 y donde recibe un buen dividendo. El pasado octubre, Javier de Jaime refirió que no estaban buscando vender su participación en la energética que dirige Francisco Reynés y unos meses después refinanciaron el crédito que pidieron para entrar en la compañía y extendieron su vencimiento de 2024 a 2027. También hay que tener en cuenta que el plan de Naturgy de dividirse en dos (el Proyecto Géminis) compañías -una del negocio liberalizado y otra con el regulado- lanzado en febrero de 2022, que se aplazó por la guerra en Ucrania, la crisis energética y el difícil contexto de mercado, podría ser una opción para iniciar la salida de la energética, pero por ahora sólo se sabe que se retomará cuando las condiciones de mercado lo permitan.