Daimler ha rebajado su previsión de ventas anuales por la crisis de chips, al mismo nivel de 2020. Todo ello, a pesar del buen primer semestre que ha tenido: ha logrado un beneficio neto de 8.077 millones de euros y una facturación de 84.499 millones (+25%).
El grupo automovilístico alemán con sede en Stuttgart, dueño de Mercedes-Benz y Smart, ha presentado un resultado operativo positivo de 10.933 millones, frente al negativo de 1.065 millones de hace un año. Asimismo, ha vendido 1,46 millones de vehículos hasta junio, un 24%. El presidente del Consejo de Administración de Daimler y de Mercedes-Benz, Ola Källenius, ha señalado que “logramos un sólido desempeño en todas las divisiones en el segundo trimestre”, tras el buen rumbo registrado entre enero y marzo.
Daimler se dividirá en dos compañías (una dedicada a automóviles y furgonetas, y otra, a camiones y autobuses) previsiblemente a final de año. Y pese a la rebaja de la previsión de ventas anuales, los analistas del Banco Sabadell han destacado que los objetivos de márgenes de la división de coches y que esto demuestra que el objetivo a futuro no es el crecimiento en cuota sino en la rentabilidad.