Los resultados del ejercicio 2022 de la constructora Sacyr son buenos, sin apenas paliativos. Con un resultado de explotación que crece por encima del 60% y unos ingresos por encima del 19% no es de extrañar que, a media sesión bursátil, su cotización superara el 4,50% mientras el Ibex andaba por el 0,10.

Todas las divisiones mejoran pero lo cierto es que la empresa que preside Manuel Manrique es hoy, antes que nada, empresa concesionaria, porque las concesiones, que no la construcción, ni el medio ambiente, suponen tres cuartas partes de la compañía.

Preside Manuel Manrique pero controla Demetrio Carceller, el hombre de Damm, de Disa, de Rodilla, además de segundo accionista, nunca lo olviden de Ebro. Carceller controla Sacyr con algo menos del 15% pero que nadie se llame a engaño: cuando le han pretendido disputar la primacía se ha revuelto y ha vuelto a demostrar que Sacyr es cosa suya.

Y esa es la cuestión: si Sacyr se ha consolidado, ha reducido a límites razonables su deuda -verdadero horror del pasado-, y probado su capacidad de generación de recursos, ¿a qué viene que haya puesto en venta -"ha abierto la ventana para escuchar la llamada"- distintas divisiones, como Servicios o Medio Ambiente?

Pues según fuentes próximas a Carceller, el hombre de Damm pretende convertir a Sacyr en en una nueva Abertis, una concesionaria pura y dura. Y ojo, no descarta, una vez adelgazada, dar el pase, porque la bolsa empieza a comprender a la incomprendida Sacyr y el mercado acepta hoy mejor a una  concesionaria que a una constructora multifuncional. La construcción no es el negocio más querido de Carceller pero el catalán tampoco es un hombre que entre y salga de las compañías. Tras la travesía en el desierto, a lo mejor le apetece quedarse.

En cualquier caso, el procedo de venta de activos va a continuar. La retribución al accionista, por tanto, está llamada a crecer y el mapa de concesiones de Sacyr aún no ha concluido.

La otra cuestión es cuando se retirará el presidente, Manuel Manrique, que ya cuenta con 68 años de edad. Y es que el salario de Mantique es una de las comidillas de las empresa y del sector. En 2022, Manrique cobró 6,7 millones de euros y acumuló un fondo de pensiones de 11,8 millones. Un año atrás, el 25,6% de los accionistas no aprobaron su salario... que entonces, 2021, fue de 4,9 millones. Es un porcentaje muy abultado de votos negativos contra un salario. A ver qué pasa en la próxima Junta, cundo los accionistas tengan que enjuiciar un salario anual de 6,7 millones de euros.