Tal y como contábamos en Hispanidad, Sánchez evitaba a Podemos en el nuevo Plan de estabilidad. Así, la ministra de Economía, Nadia Calviño, se escabullía de la presentación en el Consejo de Ministros de la actualización de su cuadro macroecónomico que tiene que enviar a Bruselas antes del sábado 30 de abril.
Calviño se limitaba a ponerla en común en una reunión de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE). De esta forma el Gobierno evitaba a sus socios, puesto que ningún representante de Podemos es miembro de la Comisión Delegada, a excepción de Yolandísima, que ya sabemos que es independiente.
Y la mañana de este viernes, un día antes de enviar el cuadro macroeconómico a Bruselas, la señora Calviño, acompañada de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ofrecía una rueda de prensa donde presentaba sus previsiones macroeconómicas hasta 2025. Como era de esperar, España va "espectacularmente" bien y la recuperación económica es un hech: eso sí, Calviño y Montero, aseguran ser "muy prudentes" en sus previsiones y, si algo va mal, es culpa de la guerra de Putin.
El Gobierno ha rebajado su previsión de crecimiento de la economía española para este año en casi tres puntos, en comparación con el escenario marcado por el Ejecutivo en los Presupuestos Generales. La previsión es que en 2023 el país crezca un 3,5%, un 2,4% en 2024 y un 1,8% en 2025.
Sobre la inflación, Calviño ha señalado que el descenso marcado en abril al 8,4% refleja que "ya se ha alcanzado el pico del IPC y empezará a bajar a partir del segundo semestre del año para situarse en el 2% en 2023, en línea con las previsiones del BCE".
Sobre el empleo, la ministra asegura que la EPA publicada ayer, "confirma la evolución positiva", y que "la perspectiva de los jóvenes de poder acceder a un empleo de calidad" es muy positiva, y remarca "la espectacular recuperación de la inversión y el empleo", todo gracias a la reforma laboral, claro está. Hay que tener la cara muy dura...
A Pedro Sánchez ya no le queda ningún indicador que salve su gestión, la última EPA, los datos del PIB, el IPC, la inflación, la deuda pública y la miseria lo confirman, el sanchismo es una ruina de proporciones históricas.