Para entendernos, la política económica del sanchi-comunismo que nos gobierna no pretende la aniquilación de la empresa privada frente a la cosa pública, sino la desaparición de la empresa pequeña -más libre- frente a la grande, sea privada o pública. Por eso, don Pedro se deshace en atenciones a las grandes multinacionales mientras machaca a las microempresas -menos de 10 trabajadores- que, miren por dónde, representan el 85,2% del tejido empresarial español.
El dato: en un año han desaparecido 3.899 microempresas en España, según un estudio de Cepyme publicado este lunes y que toma como referencia datos de la Seguridad Social de febrero. En porcentaje, no parece una caída muy importante (-0,3%), pero el dato adquiere mayor relevancia si tenemos en cuenta que es el quinto mes consecutivo de caída, en un contexto que no invita, precisamente, al optimismo.
Esto es así porque, según Cepyme, las mayores amenazas para estas microempresas, además de la inflación, son el alza del SMI y la subida de las cotizaciones sociales que, para más inri, se revisarán periódicamente para cubrir el gasto en pensiones, cada vez más elevado. Subir el SMI está muy bien y es muy necesario, pero no los impuestos -las cuotas- asociados al mismo.
Así las cosas, la política económica de doña Nadia Calviño se puede resumir en beneficiar al grande con fondos (subvenciones) europeos y ahogar al pequeño, que ni siquiera puede optar a esas ayudas por la burocracia que supone sólo pedirlas.
A todo esto, los autónomos no son tan optimistas como la vicepresidenta económica y casi el 80% de ellos tiene una percepción negativa o muy negativa de la economía española para este 2023, según el XVII Barómetro de ATA, publicado también este lunes. Y eso que el 45,6% afirma que el primer trimestre ha sido estable, el 20,8% declara que su negocio ha crecido y ‘sólo’ el 33,6% asegura que ha descendido.
Porcentajes aparte, no conviene perder de vista los fundamentales: el comunismo, por su propia esencia, va en contra de la propiedad privada pequeña. Y Sánchez, que gobierna con y gracias a los comunistas, también.