Triodos Bank, la “banca ética”, no está en su mejor momento, con frentes judiciales abiertos y un negocio menguante, al menos en lo que al resultado se refiere. Efectivamente, en los seis primeros meses del año, el grupo con sede en Países Bajos ganó 18,8 millones de euros, un 32,2% menos que un año antes.
En la nota publicada el jueves, la entidad explica que si se excluyen los costes no recurrentes -6 millones para cubrir la reorganización anunciada y 1,3 millones como provisión para los litigios por los CDA- el beneficio del banco habría sido de 24,2 millones, todavía inferior a los 27,7 millones de junio de 2021.
Lo más llamativo, en cualquier caso, es la baja rentabilidad (registró un ROE del 3,9%) y la baja eficiencia, que cerró el semestre en el 83%: para ingresar 100 euros, la entidad gasta 83.
Los fondos de inversión tampoco funcionaron y los activos gestionados por la gestora, Triodos Investment Management, se redujeron un 10%, hasta los 5.700 millones de euros, por la caída del 9% en los precios de mercado y por la salida neta de 105 millones de euros respecto al cierre de 2021.
En medio del desastre, la filial española logró aumentar el beneficio hasta los 2,4 millones de euros, frente a los 1,4 millones de 2021, aunque el crecimiento del volumen del crédito se ralentizó y pasó a ser del 4% frente al 5% del año anterior.
Y a todo esto se une el asunto de los Certificados de Depósito para Acciones (CDA), para entendernos, una especie de preferentes, de mucho riesgo y que, al parecer, el banco colocó entre 46.500 clientes (7.000 españoles) sin informar adecuadamente. El caso es que los CDA han perdido alrededor del 30% de su valor y los tenedores no pueden ni venderlos ni canjearlos por acciones.