El Tesoro Público ha colocado este jueves 5.567 millones de euros en una nueva subasta de bonos y obligaciones. La demanda ha superado los 11.000 millones de euros.
En concreto, ha adjudicado 530 millones de euros en la obligación a 15 años ligada a la inflación, y el tipo de interés marginal se ha situado en el -0,829%, menos negativo que el -1,020% de la subasta previa.
A su vez, ha colocado 1.507,39 millones de euros en la subasta a diez años, con vida residual hasta 2027, con una rentabilidad marginal del 0,977%.
En la subasta a siete años, ha vendido 1.205,12 millones de euros, y el interés marginal ofrecido se ha situado en el 1,245%, más elevado que el 0,681% de la subasta anterior.
Por último, el Tesoro ha adjudicado en los mercados 2.235,98 millones de euros en la referencia a 10 años, con una rentabilidad marginal del 1,607%, también por encima del 1,313% de la emisión previa.
En resumen, la deuda española cada vez pesa más. El Gobierno Sánchez ha disparado el apalancamiento del país hasta unos extremos que nos llevan a una situación próxima a la que sufrimos en 2012, donde el derroche del socialista Zapatero nos llevó al borde del rescate.