La deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó en agosto los 1,563 billones de euros, tras aumentar un 0,4% en tasa mensual (5.919 millones), según los datos publicados este lunes por el Banco de España.
En el último año, la deuda pública ha crecido un 4,7%, con 70.866 millones de euros más.
En este avance mensual, el Banco de España no ofrece datos sobre el peso de la deuda sobre el PIB -medido en porcentaje-. Aunque el último dato confirmado por la institución el pasado mes de septiembre fue del 111,2% del PIB en deuda pública en el segundo trimestre del año, es decir, 1,569 billones de euros.
El plan presupuestario de 2024 que la semana pasada envió el Gobierno en funciones a Bruselas prevé un crecimiento de la economía de un 2,3% este 2023, lo que permitirá reducir la ratio deuda/PIB hasta el 108,1% ya en 2023, adelantando en un año el objetivo de situarla por debajo del 110%. El próximo año continuará reduciéndose hasta el 106,3%, lo que supondrá un descenso de 14 puntos respecto a su valor en 2020.
Sin embargo, cabe recordar que la Comisión Europea exige ya a partir del año 2024, la vuelta a las reglas fiscales (interrumpidas por la pandemia de covid), que se sitúan en el 3% del PIB de déficit y el 60% de PIB en deuda pública.
La Comisión Europea exige ya a partir del año 2024, la vuelta a las reglas fiscales (interrumpidas por la pandemia de covid), que se sitúan en el 3% del PIB de déficit y el 60% de PIB en deuda pública
Hoy, en TVE, la ministra en funciones de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño ha vuelto a vendernos la moto de que España va como una moto (valgan las redundancias, aunque ella no ha empleado esa palabra, sino que fue su jefe, Pedro Sánchez): “La economía española está mostrando una notable resistencia en un contexto internacional de incertidumbre y ralentización mundial, sigue creciendo con fuerza y todas las previsiones apuntan a un crecimiento del entorno del 2,4% y del 2% para este año y el que viene. Todos los organismos prevén que España sea la gran economía europea que más crezca, el mercado de trabajo sigue yendo bien, las inversiones siguen avanzando”.
La #economía española está mostrando gran fortaleza y capacidad de resistencia en un contexto internacional cada vez más complejo y de alta incertidumbre.
— Nadia Calviño (@NadiaCalvino) October 23, 2023
Y es gracias a la política económica del Gobierno, las inversiones y reformas con fondos europeos #NextGenEU🇪🇺.@LaHoraTVE pic.twitter.com/Wi9DyxuFGO
Sin embargo, los mismos datos enviados por la propia Calviño a Bruselas no invitan al optimismo. Por ejemplo, según ese mismo Plan Presupuestario del Gobierno, los pagos por intereses de la deuda alcanzarán el próximo año los 39.078 millones, un 9,9% más de lo calculado para 2023 (es decir, 35.550 millones).
Y es que, tal y como quedó demostrado la semana pasada, en las últimas subasta de deuda pública española, el Tesoro ha tenido que subir lo que paga a los inversores, es decir, los intereses de la deuda, lo que no es una buena noticia para la híperendeudada economía española.
Pero hay más datos que desmienten el optimismo -seguramente impostado, porque tiene que venderse para conseguir la presidencia del BEI- de Nadia Calviño. Por ejemplo, que España se ha convertido en un país de dependientes: el 40,7% de la población (19,3 millones) está sujeta financieramente al Estado, entre empleados públicos, pensionistas… Y desde que gobierna Sánchez, el número de funcionarios ha aumentado en casi medio millón, hasta un total de más de 3,5 millones de trabajadores públicos. En 2024, el gasto en funcionarios llegará prácticamente a los 170.000 millones, un 11% del PIB...
Claro, ¿y cómo se paga semejante dispendio de dinero público? Abrasándonos a impuestos. Por eso, el Gobierno prevé en su plan presupuestario que, en 2024, los impuestos alcancen los 382.755 millones de euros, lo que implica un incremento del 7,5% en comparación con 2023.
¿Cómo se paga semejante dispendio de dinero público? Abrasándonos a impuestos
Y eso, en lugar de recortar el gasto público, que es lo que tendría que hacer. Y lo peor de todo, las cotizaciones sociales aumentarán un 6,4% por el subidón de las cuotas y no por la mejora del empleo.
Además, desde que gobierna nuestro ínclito presidente Pedro Sánchez, la deuda pública española ha aumentando en más de 300.000 millones de euros.
Es decir, Sánchez nos ha endeudado a todos los españoles en más de 7.000 euros por persona.
Deuda, deuda y más deuda. Gasto, gasto y más gasto. ¿Quién pagará la fiesta al final? ¿Seguro que España va como una moto, señora Calviño?
Hoy, en El Debate, el economista José Ramón Riera concluía su artículo con esta reflexión: "El socialismo está claro que es un desastre a la hora de generar riqueza para la población. Ninguno de los dos presidentes (Zp y Sánchez) puede decir que haya hecho algo bien en economía, al revés, lo que podemos decir es que lo han hecho todo mal, necesitan mucho dinero para generar 1 euro de riqueza, necesitan endeudarse y gastarse lo que no tienen y encima a los ciudadanos no les suben nada su riqueza. Ya saben entonces ustedes, si quieren vivir mal, o incluso vivir peor voten progresía, voten socialista".
Y no hay nada más que añadir.