La petición de Pablo Hernández de Cos cobra especial relevancia si tenemos en cuenta que, como gobernador del Banco de España, nunca se ha mostrado a favor de aplicar determinadas medidas económicas que, según él, pertenecen al ámbito político.
Pero la situación de las cuentas públicas es alarmante y exige una actuación urgente. El déficit público generado por las medidas anti-covid es insostenible y, sobre todo y más preocupante, se ha vuelto estructural. En otras palabras, hay que reducir el gasto público. Hernández de Cos no ha llegado a esa conclusión, pero casi, durante su intervención este martes en el V Encuentro de Banca organizado por El Economista. El gobernador instó al Gobierno a aprobar on urgencia un plan de consolidación fiscal plurianual, acompañado, atención, de “una revisión de la eficiencia del gasto público y del sistema impositivo e incorporar a todos los niveles de las Administraciones Públicas”.
Que el Banco de España pida esto da una idea de la situación crítica de las cuentas públicas actuales. Y lo hizo el mismo día -martes 4- de la aprobación, por el Consejo de Ministros, del proyecto de Ley de Presupuestos, que marcará la acción del Ejecutivo Sánchez durante su último año en La Moncloa, según indican todos los sondeos, salvo el CIS.
Las cifras que preocupan: el sector público necesita para financiarse anualmente en torno al 20% del PIB. Asimismo, incorporando las actuales expectativas de aumento de los tipos de interés, solo la carga financiera de la deuda pública aumentaría desde el 2,2% del PIB al cierre de 2021 hasta el 2,7% en 2024.
Conclusión: hay que reducir el gasto público con urgencia. Y se puede hacer sin tocar el estado del bienestar, porque hay mucho gasto inútil. Demasiado.