España cerrará 2024 con un aumento del PIB del 3%, muy por encima de Francia (1,2%), Italia (0,4%) y Alemania (-0,1%), y de la media de la eurozona (0,7%), según Deutsche Bank, que este martes presentó sus perspectivas macroeconómicas y la estrategia de inversión para 2025. "La economía de la zona euro se recupera muy lentamente, debido a la baja producitividad que limita su crecimiento potencial y los problemas de países específicos como Francia y Alemania", afirmó Rosa Duce, Chief Investment Officer de Deutsche Bank en España.
Efectivamente, la economía nacional crece más que la de nuestros vecinos europeos (impulsada por el enorme gasto público del gobierno Sánchez, aunque esto lo digo yo, no Deutsche Bank), pero ese crecimiento no es sostenible, de tal manera que en 2025 el crecimiento será del 1,7%, por debajo del 2,1% que pronostica el consenso.
Entre las claves del próximo ejercicio está la caída de la inversión productiva y la lentitud de los fondos Next Generation EU, sin olvidar que un tropiezo de alguna de las economías más importantes del Continente podría provocar una mayor ralentización en España. Alemania, que en febrero celebrará elecciones, es una de las mayores preocupaciones.
Estados Unidos será todo lo contrario y cerrará 2024 con un crecimiento del PIB del 2,7% y del 2% en 2025. Por su parte, China cerrará este año con un crecimiento del 4,9%, que se ralentizará en 2025 hasta el 4,2% debido, en parte, a la debilidad de la demanda interna.
Sobre las guerras en Ucrania y Oriente Medio, la comunidad inversora espera que la llegada de Trump a la Casa Blanca rebaje, de alguna manera, la intensidad de los conflictos.