Recordemos que Florentino lanzó una OPA para perderla, era una opa amañada. Lo que pretende ACS es forzar el troceo de Abertis dentro del proceso de metamorfosis de constructora en concesionaria. Y todo ello dentro de su por ahora no inconcluso proyecto de sucesión en sus hijos, a quienes no pretende dejarles una constructora -no están preparados para ello-, sino una concesionaria, y probablemente en condición de rentistas.
Y ahora es el Banco Santander quien le ofrece financiación a Florentino para llevar a cabo su plan. Cómo han cambiado las cosas, era el propio Pérez, durante la compra de Dragados, el que admitía que Emilio Botín le despreciaba, y ahora es su sucesora en el banco, Ana Botín, la que pretende financiar la compra de activos de Atlantia. Y además, en juego también está Sanef, joya de lo corona de Abertis en Francia.
Por su parte, la familia Benetton mueve ficha, su intención es invertir en el desarrollo del grupo en el mercado de las infraestructuras, excluir a Atlantia de Bolsa y mantener el control de Abertis. Recordemos que actualmente Abertis Holding -que se compone de un 50% menos una acción propiedad de ACS y un 50% más una acción de Atlantia- es propietaria del 99,3% de Abertis, grupo líder en gestión de autopistas de peaje e infraestructuras.)
Para lograr estos objetivos, lo primero es conseguir cerrar la OPA sobre Atlantia con éxito y eliminar a los rivales, por ejemplo, a ACS, Brookfield y GIP. Para ello, los Benetton quien hacer frente común con GIC, fondo soberano de Singapur, lo que supondría alinear un 41,4% del capital, lo que ya sería inabordable para cualquier oferta competidora.
Esta por ver si Florentino aceptará la oferta del Santander para poder hacerse, poco a poco, con las concesiones de Atlantia.
Lo dicho: una opa que fue lanzada para perderla... y para ganar activos en forma de concesión.