El crecimiento de Digi en nuestro país está siendo fulgurante. Durante los seis primeros meses del año, la teleco de origen rumano ha captado un 39% más de clientes, hasta alcanzar los 4,3 millones, de los que 3,4 millones son de móvil (un 29% más), 658.000 de fibra óptica y 223.000 de telefonía fija. Tanto los de fibra como de fijo se han duplicado desde junio de 2021.

El crecimiento en número de clientes, sin embargo, no es nuevo. Lo que sí es reseñable es que, además, Digi lo ha logrado con una cuenta de resultados positiva. Ha disparado los ingresos un 40%, hasta alcanzar los 229 millones de euros, así como el beneficio bruto de explotación (ebitda), que alcanzó en junio los 31,8 millones, un 52% más que en junio de 2021, según las cuentas publicadas este viernes por la compañía.

Zoltrán Teszári, dueño de la operadora y uno de los hombres más ricos de Rumanía, está convencido del potencial que encierra el mercado español, y no solo por la cantidad de rumanos que residen aquí y que fueron los primeros clientes de la filial. Durante el segundo trimestre, nuestro país ha aportado el 32% de los ingresos totales y el 11,5% del ebitda del grupo, presente en Rumanía -es el mayor operador- e Italia, y con perspectiva para comenzar en Bélgica y Portugal.

Sin duda, uno de los motivos del éxito, además de las tarifas, ha sido la estrategia llevada a cabo desde que en 2008 comprara el operador virtual Best Spain Telecom, dirigido a la población rumana, y que utilizaba la red de Movistar.

Hace apenas tres años, sin embargo, y mientras mantiene el acuerdo mayorista con Telefónica para ofrecer fibra óptica en todo el país, comenzó a desplegar su propia red en las poblaciones con más potencial, como son Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, entre otras.

Por eso, si nadie se lo impide, Digi se convertirá en el cuarto operador tras la unión Orange-MásMóvil, y pasará a ser un claro candidato para protagonizar futuras fusiones en el sector. Si es que no lo es ya.