Cellnex ha vendido el 49% de sus filiales en Suecia y Dinamarca por unos 730 millones de euros, según el comunicado remitido este viernes a la CNMV. El objetivo es reducir la deuda que en junio cerró en los 17.900 millones de euros.

La operación, que se cerrará previsiblemente durante el primer trimestre de 2024, no supone pérdida de control por parte de la compañía que dirige Marco Patuano, aunque la compañía tendrá que preguntar a Stonepeak antes de nombrar al equipo directivo de estas filiales.

Otra condición: “Se prevé que los dividendos se distribuyan proporcionalmente a las participaciones de sus accionistas en función de la caja disponible y de los resultados del plan de negocio, con un trato preferente hacia Stonepeak en el caso de desviación negativa respecto al plan de negocio inicialmente acordado”, incluye el acuerdo.

Cellnex ha dado un giro de 180 grados a su estrategia, ahora centrada en reducir la deuda para mejorar la calificación de las agencias de rating. Tener el grado de inversión, para una empresa como Cellnex, es vital.

Esa es la cuadratura del círculo que pretende Patuano. Por un lado vender para reducir deuda y, al mismo tiempo, repartir dividendo que le exigen los fondos accionistas. Sí, los fondos que antes buscaban la revalorización de la cotización para vender su participación tras cinco años en la compañía, ahora se han vuelto pro-dividendo. No quieren salir, sino cobrar el cupón anual.

De momento, en lo que va de año, Cellnex ha captado 1.361 millones de euros, tras la venta de 2.353 emplazamientos en Francia por 631 millones y la operación anunciada hoy. El mercado ha acogido con entusiasmo la venta y a dos horas del cierre, las acciones de Cellnex suben más de un 3%, hasta los 33,5 euros por título. Desde enero, la cotización de la compañía se ha revalorizado un 7%. Cellnex vale 23.660 millones de euros en bolsa.