Para entendernos: el accionariado de Naturgy se reparte entre los fondos CVC, GIP e IFM (20% los dos primeros, 14% el tercero), Sonatrach (3,8%) y Criteria, principal accionista de la compañía con el 26,7% del capital. En total controlan el 84,5% de los títulos y sólo el 15,5% está en manos de pequeños accionistas. Ese es el ‘free float ‘, un capital flotante pequeño que provoca que el número de acciones que cambian de manos cada día es muy reducido. Con poco que se mueva, además, puede hacer variar la cotización con facilidad, tanto para lo bueno como para lo malo.

Dicho de otra manera, CVC, GIP e IFM está atrapados, no pueden abandonar el barco: si lo hicieran de golpe o colocando paquetes grandes provocarían el desplome de la cotización y si lo hicieran vendiendo poco a poco en el mercado, no dañarían la cotización, pero tardarían años en salir definitivamente de la compañía. Y lo mismo le sucede a Criteria: no puede marcharse.

Así, como no tienen otra alternativa, los fondos exigen un dividendo cada vez más elevado. Ese es el gran dilema de Francisco Reynés, presidente de Naturgy: atender las exigencias de los fondos -el ‘pay out’ es del 70%- y, al mismo tiempo, realizar las elevadas inversiones que requiere actualmente el mercado eco-energético.

En este contexto es en el que surgió el proyecto Géminis, como salida de la situación de ‘bloqueo’ y que consiste en la fisión del grupo en dos cotizadas: una agruparía el negocio regulado (transporte y distribución de luz y gas) y la otra el negocio liberalizado (generación y comercialización). Géminis supone una alternativa para los fondos, que lo ven con buenos ojos.

En cualquier caso, el proyecto está a la espera de que mejoren las condiciones del mercado, es decir, del precio del gas, que podría incluso bajar durante el próximo invierno, entre otros motivos, porque los depósitos están llenos y porque el gas, a diferencia del petróleo, depende de la demanda. Si no hace frío, no se consume.

En todo caso, como ha explicado en diversas ocasiones Cristina Martín en Hispanidad, Géminis debe ser aprobado por los accionistas en Junta Extraordinaria.