The Walt Disney Company celebra en bolsa (su cotización sube un 12%) los resultados de su primer trimestre fiscal (octubre a diciembre), en especial el bajón que ha tenido en las pérdidas de su negocio de streaming, tras subir precios, eso sí, y también el aumento del 50% en el dividendo. Y por cierto, seguirá con esta estrategia de encarecer dichas tarifas porque, al igual que hizo en su día Netflix, ha anunciado que pondrá fin a las cuentas compartidas este año: lo hará a partir del 14 de marzo en EEUU... y después lo extenderá al resto de países.

El gigante de ocio y entretenimiento con sede en Burbank (California) ha reducido notablemente los números rojos de su servicio de streaming a unos 200 millones de euros, frente a los 9.339 millones que presentaba un año antes. En esto ha contribuido la subida de precios, así como la contención de costes que se puso en marcha en todo el grupo y que incluyó 7.000 despidos. Por ello, el descenso en suscriptores en Disney+ ha quedado en un segundo plano: ha bajado en 1,3 millones, hasta 111,3 millones, frente a los 112,6 millones al cierre del pasado septiembre.

Disney anuncia que a finales de este año, junto a Fox Corp y Warner Bros. Discovery, lanzará una plataforma para ver deporte en 'streaming' que costará entre 45-50 dólares (42-46 euros)

La factoría de Mickey Mouse quiere sacar más provecho del streaming y confía en que dicho negocio alcanzará el umbral de beneficio en su cuarto trimestre fiscal (julio a septiembre). Principalmente, por el fin de las cuentas compartidas, que supondrá una subida de precios de facto y puede que también repercuta en crecimiento en abonados. Asimismo, la plataforma de streaming Hulu ha crecido en suscriptores en su primer trimestre, hasta 49,7 millones, y ahora está controlada al 100% por Disney (adquirió la participación que aún tenía Comcast); y en la plataforma deportiva ESPN+ cuenta con 25,2 millones de abonados. Disney ha anunciado que a finales de este año, junto a Fox Corp y Warner Bros. Discovery, lanzará una plataforma para ver deporte (las grandes ligas profesionales de fútbol americano, baloncesto y béisbol, los principales torneos de golf, tenis y automovilismo y el Mundial de la FIFA)  en streaming que costará entre 45-50 dólares (42-46 euros); también invertirá unos 1.400 millones en Epic Games, la creadora del videojuego Fortnite para dar lugar a nuevo contenido; y añadirá al catálogo de Disney+ la película Taylor Swift. The Eras Tour sobre la última gira de la famosa cantante el próximo 15 de marzo esperando a traer a muchos nuevos suscriptores. 

The Walt Disney Company ha mantenido sus ingresos en 21.897 millones (-0,2%) entre octubre y diciembre, a pesar del descenso del 6,5% en la división de entretenimiento (que incluye medios, cine y streaming), a 9.281 millones, en parte por los menores estrenos en cine y algunos fracasos en taquilla (esperaba mejor acogida en las películas The Marvels y Wish de la que han tenido). Por su parte, los ingresos en el área de experiencias (parques, hoteles y cruceros) han aumentado un 6,9%, a 8.491 millones; y los de deportes (el canal ESPN) lo han hecho en un 4,2%, a 4.495 millones. Al mismo tiempo, los costes han descendido un 4,2%, hasta 19.167 millones, en parte por el plan de ahorros puesto en marcha meses atrás. Y el beneficio neto se ha disparado un 49,4%, a 1.771 millones, superando las previsiones de los analistas, lo que le ha llevado a disparar el dividendo y anunciar que este ejercicio se incrementará el beneficio por acción y habrá una recompra de acciones. Y con estos dos últimos aspectos, esperan sortear nuevamente la presión del fondo activista Trian, que ha propuesto como nuevos consejeros a su fundador, el multimillonario Nelson Peltz, y al ex director financiero de Disney Jay Rasulo... de cara a la junta general de accionistas que se celebrará el próximo 3 de abril. 

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“Nuestro fuerte rendimiento este último trimestre demuestra que hemos dado una vuelta de tuerca y hemos entrado en una nueva era para nuestra empresa”, ha presumido el CEO, Bob Iger. Una nueva era que, en sus palabras, estará centrada “en fortalecer ESPN para el futuro, convertir el streaming en un negocio rentable, revitalizar nuestros estudios de cine y acelerar el crecimiento de nuestros parques y experiencias”. Eso sí, no renuncia a su deriva progre (incluyendo el último invento denominado woke) ni al adoctrinamiento de menores (algo que el líder de Vox, Santiago Abascal, denomina “corrupción de menores”) en los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) que se resumen principalmente en: ideología de género (feminismo, homosexualismo, tema trans y no binarios) y ateísmo (mucho panteísmo, ocultación de Dios, negación de lo espiritual e incluso protagonismo del demonio y normalización del satanismo). 

En la deriva progre de Disney también entra la censura e incluso cambiar la historia. Esto último se ha visto en la serie animada ¿Qué pasaría si...?, donde impulsa la leyenda negra anti-española; y lo primero se observa en la demanda de la actriz Gina Carano a la productora Lucasfilm (propiedad de Disney) por expulsarla de la serie The Mandalorian en 2021 tras comparar la situación política de EEUU con la Alemania nazi: en concreto ser republicano con ser judío durante el Holocausto. Carano lo hizo en su perfil de Instagram, pero ahora en la demanda cuenta con el respaldo de X (antes Twitter), red social que es propiedad de Elon Musk y está muy comprometida con la libertad de expresión. La demanda se ha presentado ante un tribunal federal de California y pretende que una orden judicial obligue a Lucasfilm a volver a contratar a la actriz y a pagarle al menos 75.000 dólares (69.625 euros) en daños punitivos.

Paralelamente, Elon Musk ha vuelto a la carga contra la factoría de Mickey Mouse en X al señalar “Disney sucks (Disney apesta)”, después de que surgiera el rumor de que Disney está considerando a la actriz Ayo Edebiri para el papel principal de la película Piratas del Caribe 6, reemplazando al actor Johnny Depp

Y por si al gigante de ocio y entretenimiento le faltan ideas para nuevos contenidos desde España, la ex secretaria de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam, propone una película o serie donde las gordas no hagan de gordas. ¡Prrrr...!