Benito Berceruelo está teniendo estos días bastante protagonismo en algunos medios. Y se ha podido ver el ‘drama’ del CEO y socio fundador de la consultora Estudio de Comunicación, porque ahora aparece como presidente del foro ‘Spain Investors Day’ (SID) en su duodécima edición… pero conviene recordar que ha sido un gran apoyo del especulador fondo australiano IFM en su opa sobre Naturgy.
“El SID es un foro necesario para explicar a nuestros inversores la realidad de nuestras empresas y de la economía española”, ha señalado Berceruelo en Ok Diario. Y él ha puesto el escenario (el SID) para ello y también para que desfilen distintas figuras políticas y empresariales, destacando a seis representantes del Gobierno. Entre estos últimos, por supuesto, se encuentra el propio presidente, Pedro Sánchez; pero también la vicepresidenta económica Nadia Calviño; la vicepresidenta ecológica Teresa Ribera; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el titular de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; y la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez.
Ribera refirió en el SID que la transformación “requiere una movilización masiva de fondos y un compromiso total de los inversores”... “porque también es algo que tiene sentido comercial y genera ganancias”, continuó, pero sin decir para quien
Eso sí, hay que subrayar que Berceruelo ha puesto el escenario para estos políticos atraigan más inversión... de cartera, no inversión directa o dinero nuevo, para entendernos (que es la que de verdad crea más actividad industrial y más empleos). ¡Ole! Y las inversiones de cartera se traducen en la compra a los propietarios de partes o de empresas en su totalidad, con el único objetivo de ganar poder y sacar tajada, pues en la mayoría de casos, pasado un tiempo, se trocean dichas compañías y se venden sus activos. Este es el drama de España.
Ribera refirió en el SID que “la transformación que hemos puesto en marcha requiere una movilización masiva de fondos y un compromiso total de los inversores”. “No solo porque es la misión de nuestra generación, sino porque también es algo que tiene sentido comercial y genera ganancias”, continuó, pero sin decir para quien. Y por si esto no bastara, reconoció que “el sector público podrá impulsar esta dirección, pero nada puede hacerse sin inversión privada”. Por su parte, Calviño ha afirmado que “gracias a la confianza de los inversores internacionales, el coste medio de financiación de las nuevas emisiones fue negativo por primera vez en la historia, situándose en el -0,04%”. Mientras que Maroto ha destacado que “España está ofreciendo a los inversores confianza, seguridad y certeza”. ¿En serio?
IFM ha hecho gala de inmoralidad, porque ha comprado acciones tras el periodo de aceptación de la opa a mayor precio, y aún no ha pedido consejero en Naturgy
Una de las últimas muestras de inversión de cartera que hemos visto en nuestro país ha sido la opa fallida de IFM sobre Naturgy, que empezó a sonar el 26 de enero de 2021 y ha protagonizado una larga lista de noticias en los meses posteriores, incluyendo una fuerte presión de Estudio de Comunicación a muchos medios. Un fondo australiano que, por cierto, no sólo recibió el apoyo de esta consultora, sino también de la propia Ribera, que le defendió de forma entusiasta, aunque todo esto no le bastó para lograr los objetivos iniciales.
Recuerden que IFM sólo se hizo con el 10,831% del capital de Naturgy, frente al rango que pretendía -entre un 17% y un 22,689%-, y bajó el umbral al 10%. Ante este escenario, IFM ha hecho gala de inmoralidad, porque ha comprado acciones tras el periodo de aceptación de la opa a mayor precio, pero la CNMV ha dicho que no es ilegal: así, ha llegado al 12,040% de la energética que tiene como presidente y CEO a Francisco Reynés y a Criteria Caixa como principal accionista (dueña del 26,708%). El fondo australiano se ha quedado solo, al menos por ahora, porque los fondos GIP y CVC se mantienen fieles a su acuerdo con Criteria y la principal consecuencia de esto es que IFM aún no ha pedido consejero en Naturgy, le corresponde uno aunque persigue hacerse con dos. Esto último vuelve a cobrar importancia de cara a la Junta de Accionistas de este año, que se prevé para marzo, según Expansión.
Y ojo, porque conviene insistir en que Sánchez debería aprender de Macron, porque ni ayuda bien a las empresas estratégicas (por ahora, sólo ha repartido el 15% del fondo de la SEPI entre 12 compañías... y ¡son préstamos!) ni las protege de extranjeros. Al hilo de esto último, recuerden que el Gobierno extendió el blindaje ante inversores europeos al 31 de diciembre de 2022, pero la CNMV ha señalado que sería positiva una normalización del régimen de control de las inversiones exteriores sobre compañías cotizadas españolas. ¡Vaya tela la del regulador bursátil que preside Rodrigo Buenaventura!
En resumen, el drama de Benito Berceruelo es el drama de la economía española. Presunto animador de inversiones y de atracción de capitales hacia nuestro país, pero de inversiones de cartera, no directas, de inversiones como la de IFM, que ni crean empleo ni desarrollan el tejido industrrial. Lo único que hacen es empujar la especulación y destruir empresas estratégicas españolas. De nada nos sirve que un fondo haga una opa que no supone nueva aportación de capital sino que meramenrte compra capital ya aportado. Eso es una inversión puramente financiera que ni crea tejido industrial ni crea puestos de trabajo. Y encima, el Gobierno Sánchez le apoyó y Benito Berceruelo llevó la imagen de una opa 'patriótica'.