Nadia Calviño insiste en que la economía española es la que más crece de nuestro entorno y es verdad, pero no toda la verdad, porque fue la española la economía que más cayó en la pandemia y será la que más tarde recupere los niveles pre-covid. Crecemos más en términos relativos, pero no lo suficiente.
Es lo que dicen las últimas previsiones del Banco del España, publicadas este martes. El PIB será del 4,6% en 2022, frente al 4,5% estimado en octubre, después de estancarse en el 0,1% en el cuarto trimestre del año. Esquivaremos la recesión, pero apenas creceremos durante este trimestre y el primero de 2023. El próximo año, de hecho, el PIB crecerá una décima menos de lo estimado en la anterior previsión de octubre (1,3% frente al 1,4% anterior), una brecha que será de dos décimas en 2024 (2,7% frente al 2,9% anterior).
La reforma laboral de Yolanda será chulísima, pero la tasa de paro no bajará del 12% durante los próximos cuatro años
Menos crecimiento y una inflación que cerrará 2022 en el 8,4% (frente al 8,7% estimado anteriormente), se reducirá hasta 4,9% en 2023 (frente al 5,6% anterior), pero que en 2024 no bajará del 3,6% (frente al 1,9% anterior). Sí, los precios seguirán subiendo con fuerza, al menos hasta 2025, cuando el IPC baje hasta el 1,8%, según el BdE.
El desempleo tampoco va a mejorar, a pesar de la propaganda de la ministra Yolanda Díaz. Efectivamente, su reforma laboral será chulísima y todo lo que quiera, pero la tasa de paro, según el Banco de España, no bajará del 12% en los próximos cuatro años. España es y seguirá siendo el país con mayor desempleo de la Eurozona.
En definitiva, ¿podemos hablar de crecimiento “robusto”, como dice la vicepresidenta Calviño? Mire, doña Nadia, aquí lo único que crece de manera robusta es el Euribor, que ya ha superado el 3%... y subiendo.