Électricité de France (EDF) no ha recibido premio bursátil del relanzamiento nuclear anunciado por el presidente francés, Emmanuel Macron, en febrero (se construirán nuevos reactores y se espera que seis nuevos estén operativos en 2035, año en que se cerrará el último español -el de Trillo-). Y es que su acción se ha hundido ya un 17% este año, pese a elevar un 62% los ingresos hasta marzo.
La eléctrica, que está controlada en un 83,88% por el Estado francés, se ha depreciado un 28% en los últimos doce meses. Sin embargo, esto no ha repercutido en su rendimiento, pues la facturación ha ascendido a 35.583 millones en el primer trimestre, siendo un 62% superior a la del mismo periodo de 2021. De esta cifra, destacar que 12.938 millones (+46,4%) proceden de actividades de generación y suministro de luz; 6.000 millones (+7,2%) de las actividades reguladas; y 506 millones (+11%) del negocio de renovables -el cual aumentará, pues entre otras cosas, tiene un nuevo plan industrial para producir hidrógeno 100% bajo en carbono-. Además, la filial Dalkia -dedicada a servicios energéticos- ha ingresado 1.992 millones (+49,6%), mientras Framatome -suministrador de reactores nucleares participado por EDF, Mitsubishi Heavy Industries y Assystem- ha facturado 738 millones (-4,4%).
En el primer trimestre, ha bajado la producción nuclear en Francia. ¿El motivo? “Tiene el 50% de su parque nuclear parado y está teniendo que importar electricidad 24 horas al día, siete días a la semana”, destacó la vicepresidente tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico española, Teresa Ribera, en el Círculo de Economía catalán. Una producción que, en su opinión, no se va a recuperar “en un tiempo relativamente corto”, por lo que el país vecino tendrá que seguir importando más electricidad de Alemania, España y Reino Unido. Una parada de la mitad del parque nuclear francés que se debe a tareas de mantenimiento.