Électricité de France (EDF) sonríe en bolsa, pese a su delicada situación financiera… que ha derivado en su nacionalización. Y eso que ha tenido unas pérdidas de 5.293 millones de euros en el primer semestre, frente a los 4.172 millones que ganó hace un año.
La eléctrica francesa, propiedad al 83,88% del Estado galo y que ahora elevará su participación al 100%, acumula una revalorización bursátil del 19% en el último año y del 46% en los últimos seis meses. Y todo ello, pese al paro temporal de 12 reactores nucleares -que tanto preocupa a la vicepresidenta ecológica española, Teresa Ribera, aunque no se debe a seguridad- y se mantiene firme en su plan de construir seis nuevos reactores. ¡Bien hecho! Recuerden que por esta energía no sólo apuesta el presidente, Emmanuel Macron, sino también la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, quien afirmó que “la transición energética pasa por la energía nuclear”. Ribera y Pedro Sánchez deberían tomar buena nota de nuestros vecinos.
El Gobierno francés nacionalizará la compañía por un desembolso de 9.700 millones, lo que se traduce en 12 euros por acción que recibirán los accionistas minoritarios, una prima del 53% respecto al precio del 5 de julio
EDP ha referido que las pérdidas semestrales han incluido un impacto adverso extraordinario de 3.819 millones por la variación negativa del valor razonable de instrumentos financieros. Su resultado neto ajustado ha sido negativo de 1.312 millones. Por su parte, las ventas han ascendido a 66.262 millones (+67,2%) y también tuvo mayores costes, porque se vio obligada a comprar combustible y energía por 48.238 millones (+157%), mientras la deuda financiera neta se situó en 42.800 millones.
“Los resultados del primer semestre del año reflejan las dificultades encontradas en la generación nuclear en Francia y, en menor medida, en la generación hidráulica, así como el efecto del escudo tarifario implantado en Francia en 2022”, ha señalado Jean-Bernard Lévy, presidente y consejero delegado de EDF. El Gobierno francés nacionalizará la compañía por un desembolso de 9.700 millones, lo que se traduce en 12 euros por acción que recibirán los accionistas minoritarios, una prima del 53% respecto al precio del 5 de julio. Un movimiento con el que Macron ha defendido que reforzará la independencia energética francesa y que es un pilar de la estrategia para lograr la ambición de cero emisiones mediante la construcción de nuevas plantas nucleares.