Energías de Portugal (EDP) se ha salvado en el primer semestre gracias a su joya de la corona (EDP Renovables -EDPR-) y los chinos, satisfechos. La compañía ha ganado un 11% menos, pero su Ebitda ha crecido un 19%… y ojo, también su elevada deuda, por las mayores inversiones y el incremento de la capacidad instalada.
La energética portuguesa tiene como principal accionista a China Three Gorges (20%), la eléctrica de propiedad estatal china que gestiona la mayor hidroeléctrica del mundo y a la que debe su nombre. Le siguen BlackRock (9%), el colonizador del Ibex, y otros muchos fondos de inversión. Hasta junio, EDP ha tenido un beneficio neto reportado de 306 millones de euros, un 11% inferior al de hace un año (343 millones); y un beneficio neto recurrente que ha bajado un 8%, pasando de 326 millones a 301 millones. En estos resultados ha influido el fuerte desempeño de las renovables (su filial verde, la cual controla en un 75%, que ha ganado 265 millones, un 86%) y de las redes de electricidad en Brasil, pese al impacto negativo de la sequía extrema en Portugal (-111 millones) en una época de elevados precios de la electricidad.
EDPR ha comprado el 70% de la plataforma de desarrollo solar Kronos por 250 millones, que tiene un portfolio de 9.400 MW en proyectos. Así, EDP extiende su presencia a 12 países europeos
La energética portuguesa ha tenido capacidad de generar recursos: su resultado bruto de explotación (Ebitda) -es decir, ganancia antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones- ha crecido un 19%, hasta 1.944 millones, frente a los 1.678 millones de hace un año. Todo ello, a pesar de ver reducida la producción hídrica en la Península Ibérica (sobre todo en Portugal, con un 66% menos), así como los servicios a clientes y gestión de la energía: el Ebitda de estos negocios ha aportado 147 millones menos, pasando de 436 millones a 289 millones (-34%); mientras que la contribución de energía eólica y solar ha crecido de 654 millones a 978 millones (+49%); y el negocio de redes ha aportado 732 millones (145 millones más, un 25% más). Asimismo, el 75% de la producción de electricidad de EDP procedió de energías renovables, aunque subió la producción térmica ibérica (en España aún tiene las centrales de Aboño y Los Barrios, aunque ha solicitado el cierre de Soto de Ribera) para compensar la menor producción hídrica. Por su parte, el beneficio neto de explotación (Ebit) ha ascendido 235 millones, situándose en 1.187 millones.
Pero ojo, también ha aumentado su elevada deuda neta, desde los 11.600 millones al cierre de 2021 a 13.134 millones al final del primer trimestre y a 14.200 millones al cierre del primer semestre, por las mayores inversiones, el incremento de las inversiones y de la capacidad instalada, así como a los dividendos, principalmente. La inversión ha crecido un 23%, hasta 1.714 millones, de los que el 97% se han destinado a energías renovables y redes de electricidad; y la capacidad instalada se ha elevado un 7%, a 25.581 megavatios (MW), a la que sumará su entrada en Alemania: EDPR ha comprado el 70% de la plataforma de desarrollo solar Kronos por 250 millones y sus fundadores mantendrán el 30% restante. Kronos tiene un portfolio de 9.400 MW en proyectos y con su compra, EDP extiende su presencia a 12 países europeos y su capacidad comprometida actual es de 10.600 MW, pero aspira a que sea de 20.000 MW en 2025. Además, con este movimiento, los chinos de CTG dan un paso más en su asalto a la energía europea, algo que no gusta en Bruselas, por mucho que su CEO en España, Ignacio Herrero Ruiz, diga que “es una ‘utility’ al estilo de Endesa e Iberdrola” y no un fondo soberano,... pese a ser 100% estatal: están en Portugal (siguen siendo el primer accionista de EDP, aunque fracasó su opa) y España (entraron en 2020 al comprar 500 MW solares de X-Elio, abrió filial en España y después sumó otros 330 MW eólicos, entre otros), pero también han hecho inversiones en Italia, Polonia, Reino Unido y Alemania (donde llegaron en 2016).
En paralelo, la cartera de clientes de EDP se ha mantenido estable en 11,4 millones. Eso sí, deberá estar atenta a su patria, donde acaba de entrar Repsol buscando crecer en venta de luz y gas. Y respecto al nuevo impuesto a las energéticas que planea imponer el Gobierno Sánchez, Ana Paula Marques, consejera delegada de EDP España, ha señalado que “Si tenemos una carga fiscal excesiva en España afectará a la inversión”, en una entrevista en El Economista.