Boeing continúa siendo ‘El Pupas’, como venimos viendo últimamente, y no remonta. Y es que a la crisis de seguridad de los 737, ahora suma problemas en las alas del 787 y la cancelación del lanzamiento de su primera nave tripulada al espacio.
El fabricante aeronáutico estadounidense no remonta ni en la crisis del 737, ni en resultados (redujo pérdidas trimestrales, pero sus ingresos bajaron y tuvo un flujo de caja de -3.146 millones) ni en bolsa. Su cotización acumula una depreciación del 29% en lo que va de año.
Ahora, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) han señalado que han iniciado una nueva investigación a Boeing, después de que este reconociera que “puede no haber completado” las inspecciones en el ensamblaje de las alas de los aviones 878 Dreamliner. En concreto, la FAA investiga si se completaron las inspecciones obligatorias y si los empleados falsificaron los registros, tras una denuncia de un exingeniero de Boeing, Sam Salehpour, advirtiendo del riesgo de partirse en pleno vuelo.
En paralelo, Boeing ha tenido que cancelar el lanzamiento de la primera prueba tripulada de su nave Starliner al espacio, desarrollada junto a la NASA. ¿El motivo? Un fallo en una de las válvulas del cohete lanzador Atlas V (propiedad de la empresa privada United Launch Alliance -ULA-) que iba a poner en órbita la nave que llevaría a astronautas Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita Williams a la Estación Espacial Internacional.
A la vista de todos los acontecimientos que está afrontando Boeing no solo se le puede seguir denominando ‘El Pupas’, sino que también se le puede aplicar el famoso refrán español de que a perro flaco todo son pulgas. Y de seguir así, continuará estando lejos de su principal rival, el europeo Airbus. Además, el presidente y CEO de Boeing, Dave Calhoun, se irá a finales de año, y por ahora, parece que dejará bastante tarea a su sucesor.