Para entendernos: Elon Musk no tiene sueldo fijo como CEO de Tesla, empresa que fundó y de la que actualmente posee el 13%. Lo que cobra es todo variable y está sujeto a la consecución de objetivos, algo que logró con creces en 2018. El premio fue muy suculento: opciones sobre 304 millones de acciones de Tesla, entonces valorado en unos 2.300 millones de dólares, que no está nada mal.
Ahora bien, a principios de este año, una jueza de Delaware, donde Tesla tiene su sede social, anuló la retribución, tras la denuncia de un accionista. El caso es que ese bonus está valorado actualmente en unos 46.400 millones de dólares, unos 48.400 millones de euros.
La Junta de accionistas celebrada en la tarde del jueves tenía que votar, otra vez, el bonus y el veredicto del ‘pueblo’ fue favorable. No sólo eso, sino que cuando Musk entró en el recinto, el respetable le dedicó una sonora ovación, puesto en pie. Si finalmente cobra el bonus, Musk podrá aumentar su participación en Tesla hasta el 21%. Ahora habrá que ver si finalmente lo cobra o no. Sea como fuere, es una retribución que se sale de toda lógica, aunque se hayan alcanzado los objetivos previstos.
Viene al pelo recordar que Elon es uno de los hombres más ricos del mundo, con un patrimonio estimado de 195.000 millones de dólares, según publicó Forbes. Aunque no cobre el bonus, llegará a fin de mes sin problema.
Otro punto del orden del día de la Junta era el cambio de sede de Delaware a Texas, donde Tesla tiene una de sus plantas más emblemáticas y donde se celebró la Junta. Los accionistas votaron ‘sí’ al traslado.
¿Qué podemos esperar de Tesla en los próximos años? Musk habló de dos robots, de nombre Optimus, que trabajan actualmente en la fábrica de manera autónoma. La idea es que también puedan desarrollar tareas en el hogar. Musk cree que los robots, junto al coche autónomo, podrían multiplicar el valor de la empresa en unos 30 billones de dólares (billones americanos) en los próximos años. Ya veremos.