Decíamos ayer... que Juan March de la Lastra continúa dando pasos para hacerse con todo el poder, tanto en Banca March como en Corporación Financiera Alba (CFA). En el grupo mallorquín se ha pasado de una diarquía, la de los hermanos Carlos March Delgado (padre del actual presidente) y Juan March Delgado, que está siendo sustituido por una monarquía, la de Juan March de la Lastra. Y lo cierto es que la sucesión está saliendo bien, pero el principio es el mismo: pasamos de un diarquía -que antes fue una tetrarquía, hasta que se rompió el acto parasocial- a una serie de inversiones a título exclusivamente individual.

En Ferrovial ocurrió algo parecido. Rafael del Pino Calvo-Sotelo, el mayor de cinco hermanos, se ha hecho ya con el control, a título individual de todo el entramado y ya sueña con que uno de sus hijos, Ignacio le suceda. Antes de eso, ha debido prescindir de nada menos que de sus otros cuatro hermanos. O bien les ha comprado su participación o bien les ha ido apartando de la gestión para convertirles en rentistas. Ya no hay cinco Del Pino hay uno, los otros cuatro o están fuera, o se dedican a la Fundación de la empresa, pero no a la empresa.

Y el cambio es este, hemos pasado de compañías individuales, generalmente bajo la fórmula de sindicatura, a una monarquía. elegida entre uno de los candidatos y que con el paso del tiempo se hace con la gestión y con el cargo.

En este momento, hay dos empresas familiares que aún no han culminado el proceso: Santander-Botín y Acciona-Entrecanales. 

En el banco, la Sindicatura de los seis hermanos Botín, o a la Fundación, pues varía el instrumento utilizado, la participación conjunta de los hermanos Botín está en estancamiento, pero, ojo, no así, el porcentaje de acciones propiedad, a título individual, de la primogénita de los hermanos. Ana Botín, y del benjamín de la progenie de Emilio Botín, es decir, Javier Botín. Y por cierto, la primera ocupa la Presidencia mientras el segundo es consejero.

Algo parecido ocurre con la empresa Acciona y la familia Entrecanales. Hoy en día, en el grupo brillan dos figuras. José Manuel Entrecanales y su primo Juancho Entrecanales. ¿Cuándo se unificará ese dualidad de gestión? Por ahora, podrían tener que esperar hasta la próxima generación. O bien romper la empresa: por una parte la constructora, por otra la energía. 

En cualquier caso, las empresas familiares se diluyen en gestiones individuales. No tiene por qué ser malo pero esperemos que entre tanta polvareda no se nos pierda don Beltrán.