En España, el carbón (+43,3%) y el gas natural (+20,6%) han sido las energías que más han elevado su producción de electricidad en 2022,... pese a estar en plena transición verde. Así se ha podido ver en la presentación del ‘Balance energético 2022 y perspectivas 2023’ organizada por el Club Español de la Energía, y más concretamente en los datos expuestos por Miriam Bueno, subdirectora General de Prospectiva, Estrategia y Normativa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Eso sí, en la producción eléctrica total, las principales aportaciones han correspondido a las renovables (41,6%, 3,8% menor a la del año anterior porque la mayor instalación de eólica y fotovoltaica no pudo compensar el desplome del 40% de la hidráulica), al gas natural (29,7%) y a la nuclear (20,1%). Asimismo, Bueno ha destacado que en la energía final, el consumo de gas natural ha bajado un 20,5%, y que se ha continuado avanzando en el cumplimiento del objetivo de renovables, pasando del 20,7% de 2021 al 22,3% en 2022, por “los biocombustibles y la producción eléctrica con renovables”. Conviene recordar la gran ambición verde española, que establece un objetivo de renovables del 42% en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para 2030, diez puntos superior al de la Unión Europea (32%), pero que cuesta creer, porque entre 2010 y 2022 se ha pasado de menos del 15% al 22,3% (o sea, unos ocho puntos en doce años... y ahora se quiere crecer 20 puntos en ocho años).
Desde la patronal eléctrica Aelec (la cual agrupa a Endesa, Iberdrola y EDP), su presidenta, Marina Serrano, ha pedido una fiscalidad orientada a los objetivos de descarbonización, así como “una simplificación administrativa en la tramitación de proyectos y un impulso del hidrógeno verde para donde no pueda haber electrificación directa”. Asimismo, Serrano ha destacado que “la demanda eléctrica ha registrado un decrecimiento de casi el 3% como consecuencia de las tensiones de precios y las medidas de eficiencia energética”. Santiago Gómez, presidente de APPA Renovables, ha referido que “la potencia de renovables acumulada desde 2008 ha ido creciendo”. Por su parte, desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE), su presidente, Juan Diego Díaz, ha incidido en que nuestro país va retrasado en la tramitación administrativa de permisos renovables y en que es necesario que en esta haya una digitalización. Y Rafael Benjumea, presidente de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), ha subrayado la necesidad de crecer en autoconsumo y también en almacenamiento.
Desde la Asociación Española de Cogeneración (Acogen), su vicepresidente, Valentín González-Adame, ha señalado que 2022 fue el peor año de la historia para la cogeneración, que tuvo un desplome del 34%, debido a un marco regulado obsoleto ante la evolución y volatilidad de los mercados, registrándose caídas del 53% en el segundo semestre con su exclusión en el tope ibérico al gas. Por ello, para este año, están “esperando nuevos marcos regulados para operar e invertir”. Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, ha insistido en defender los siete reactores españoles y en el error que sería cerrarlos. Por su parte, Luis Travesedo, presidente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), ha destacado la seguridad de suministro del sector del refino, así como el saldo neto exportador de productos petrolíferos y que son “el motor de la descarbonización del sector transporte, aportando diferentes soluciones”. Por último, Joan Batalla, presidente de la patronal gasista (Sedigas), ha subrayado que “Europa marca la senda para la expansión de los gases renovables dentro de la Transición Energética”, y que España no sólo debe apostar por el hidrógeno verde, que hoy aún no es rentable, sino por el enorme potencial que tiene en biometano, una tecnología que ya es madura y rentable.
En la inauguración del evento, Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía, ha citado algunas políticas integrales que se están abordando desde la UE, como la ley de industria net zero, la de materias primas críticas o la reforma del mercado eléctrico. Por todo ello y por mucho más, cree que en 2023 queda mucho trabajo por delante, aunque “lo más importante es que Europa está actuando de forma unida”, y “España hará el máximo durante la presidencia europea”, incluyendo la participación en la COP28 (que se celebrará en Dubai) y en evaluar los objetivos marcados en la Cumbre del Clima de París “para frenar ese gran reto que es el cambio climático”.
Y en la clausura, Rocío Prieto, directora general de Energía de la CNMC, ha destacado que Europa se encuentra en un momento de transformación energética “por vocación y por necesidad”, aunque debe ser “una
transición ordenada, conciliando sostenibilidad, seguridad y competitividad”. Además, ha destacado que para este año, se centrarán en tres grandes ejes: la descarbonización, los mercados eléctricos y los consumidores.