Ya ha comenzado el Adviento, el tiempo litúrgico cristiano de preparación espiritual para el nacimiento de Jesús, que es lo que de verdad se celebra en Navidad. Una época en la que hasta las multinacionales progres Amazon, Apple, Starbucks y Coca-Cola se visten de ‘buenas’ y muestran su mejor cara en los anuncios, hablando de compartir, amor, familia, ilusión… Además, no hay que perder de vista el reflujo que están tenido multitud de marcas al empezar a renegar de la ideología woke (el último meneo ideológico del progresismo), como Toyota, Ford, Harley-Davidson, Jack Daniel’s y John Deere.
A juzgar por las luces y decoraciones que ya hay en muchas ciudades o los polvorones y turrones de las tiendas desde hace mes y medio, parece que la Navidad cada vez empieza antes, pero no ha cambiado de fecha y se celebra los días de siempre. En gran medida las marcas quieren sacar provecho de la época de mayor consumo de todo el año: la cual suele tener el pistoletazo de salida el 11 de noviembre (el conocido como ‘Día del Soltero’, que surgió en China y ya se ha extendido a multitud de países), continúa con motivo del Día de Acción de Gracias en EEUU el último jueves de noviembre, los grandes descuentos en las compras electrónicas un día después en el Black Friday (viernes negro) y tres más tarde en el Cyber Monday (ciberlunes), y sigue con la Navidad… y las múltiples comidas y cenas familiares, así como los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos.
Para el genial Chesterton, la Navidad estaba basada en la paradoja de que “el nacimiento de un Niño sin hogar se celebre en cada hogar”
Sin embargo, no hay que olvidar al genial Gilbert Keith Chesterton, para el que la Navidad estaba basada en la paradoja de que “el nacimiento de un Niño sin hogar se celebre en cada hogar”, como escribió en un artículo en 1923, que más tarde se recogió junto a otros textos en el libro El Espíritu de la Navidad. Asimismo, el escritor, filósofo y periodista británico, que se convirtió al catolicismo, refería que la Navidad tenía que ser “una fiesta familiar” y “un tiempo doméstico”, justo cuando ya se vislumbraba el intento de acabar con esta época o de apropiársela para fines más comerciales que trascendentales. Por todo ello, Chesterton afirmaba que “la Navidad no encaja con la vida moderna” y subrayaba que “la Navidad es la conservación de lo bueno del pasado y la eliminación de lo malo del presente”.
Amazon sorprendió hace cuatro semanas con Midnight Opus (Obra de medianoche), su campaña navideña de este año, donde muestra cómo los pequeños gestos pueden alegrar y unir a las personas, y cambiar sus vidas. Cuenta la historia de un conserje que trabaja en un teatro, pero tiene un talento vocal oculto que sus compañeros descubren en un día cotidiano de trabajo cuando le escuchan cantar en voz baja y su pasión por el canto también se ve en una foto de joven actuando en un escenario que tiene en su taquilla. Todos sus compañeros deciden darle una sorpresa y le compran una chaqueta de esmoquín en Amazon (por supuesto, ¿dónde iba a ser?) para que suba al escenario e interprete el clásico What the world needs now is love (Lo que el mundo necesita ahora es amor), mientras ellos lo disfrutan desde el patio de butacas. Este año parece que el gigante estadounidense de comercio electrónico se ha vestido más de bueno que en la Navidad de 2023, cuando habló de “la alegría de compartir” con tres abuelitas que disfrutaban en la nieve, mientras ejercía de monopolio y fagocitaba a sus proveedores... será que está feliz tras sus últimos resultados y que quiere enmendarse después de contribuir con Fnac a satanizar menores con un juego. Además, recientemente, Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, la ha dejado un poco al descubierto al hilo de la Inteligencia Artificial (IA).
Apple también se ha vestido de bondad navideña al lanzar un anuncio a favor de la familia tradicional y de la buena crianza de los hijos, donde se puede ver una historia sobre el amor entre un padre y su hija que se recuerda con sonidos de su niñez y también de su voz cantando con la guitarra través de un auricular. La tecnológica estadounidense, cuyo logo es la famosa manzana mordida, no muestra nada de la ideología woke… algo que resulta curioso y más cuando recientemente en su servicio de streaming (Apple TV+) ha lanzado un drama bélico y con muchos afrodescendientes en Reino Unido en 1940. Eso sí, el emotivo anuncio navideño anuncio tiene más de 11,077 millones de visualizaciones desde hace cinco días en YouTube.
Apple lanza una publicidad de navidad a favor de la familia tradicional y de la buena crianza de los hijos. Nada de porquería LGBTIQ+ e ideología woke. El efecto Donald Trump se está sintiendo rápidamente, ¿opinas lo mismo? pic.twitter.com/IaKR7KYR5g
— Eduardo Menoni (@eduardomenoni) November 29, 2024
Starbucks tampoco escapa al espíritu de la Navidad y también recurre a la historia de un padre y su hija que van a merendar a una de sus cafeterías y allí la hija escribe su carta a los Reyes Magos, pero se la deja en la mesa. Otro día el padre acude solo y el dependiente le entrega la carta y le dice que debería leerla. El padre lo hace y se emociona cuando lee que la hija dice a Sus Majestades de Oriente que les escribe no para pedirles sus regalos sino los de sus papás porque les pregunta y le dicen que no quieren nada; la niña afirma que les entiende porque para qué te vas a pedir una bici si no vas a poder jugar con ella y añade “si sabéis qué pueden querer sería genial porque todo el mundo debería ilusionarse con la Navidad y mis papás más, porque son los mejores”. La famosa cadena estadounidense de cafeterías termina el anuncio refiriendo que desea que nos tomemos la Navidad como hay que tomársela, con ilusión, y por eso han decidido adelantarla para que la gente pueda empezar a compartirla, y se definen como el sitio donde empieza la Navidad, ¡qué más quisieran! La Navidad empezó en pesebre de Belén hace más de 2.000 años. Por cierto, en YouTube han metido un poco la pata al promocionar el anuncio porque en la descripción del vídeo no dicen ¡Feliz Navidad! sino ¡Felices Fiestas! Pero que estas fechas no oculten que Starbucks es progre y abortista, ha tenido más ingresos aunque menos beneficio en su último ejercicio fiscal... y los fondos han forzado la llegada de un nuevo CEO.
Y de los Reyes Magos pasamos a Papá Noel, al que Coca-Cola cambió el color del traje al rojo hace ya muchos años por cuestiones publicitarias. La famosa multinacional de refrescos ha lanzado dos anuncios… a falta de uno, bajo los lemas de “Magia Real” y “Magia de Verdad”. En el primero aparecen muchos Papás Noeles y dos comparten una Coca-Cola, de esta forma subraya que “todos pueden ser Papá Noel” e invita a compartir el espíritu de la Navidad. Y en el segundo, ha usado Inteligencia Artificial (IA) aparece una caravana de camiones donde viaja Papá Noel y se baja en un pueblo, donde hay varios habitantes afrodescendientes (inclusión siempre, por supuesto)… y uno de ellos le ofrece una Coca-Cola. Resulta curioso que la multinacional con sede en Atlanta celebre la Navidad, pues no permite personalizar sus envases con “Jesús te ama”... pero sí con “Alá te ama”, “Buda te ama”... o “Satán te ama”. Además, no hay que olvidar que pinchó en el tercer trimestre (menos ingresos y beneficio) al subir precios, mientras en Coca-Cola Europacific Partners (CCEP), la ‘megaembotelladora’ europacífica que preside Sol Daurella, las cifras van mucho mejor años después de maltratar a España con cierres de plantas y despidos, pese a tener jugosos beneficios.
Coca-Cola subraya que “todos pueden ser Papá Noel” e invita a compartir el espíritu de la Navidad... pero no permite personalizar sus envases con “Jesús te ama”
Y hasta Disney se ha tomado un pequeño respiro en todo el adoctrinamiento, la ideología progre y la apuesta woke que impulsa, como se puede ver en su corto de Navidad. Bajo el título El niño y el pulpo, narra una historia sobre la amistad que surge entre ambos y cómo disfrutan de las fechas navideñas. Lo único un poco políticamente correcto es que el niño protagonista no es blanco,... quizá para ser más inclusivo. Todo lo demás es muy bonito y hasta emotivo, ojalá Disney apostara por volver a más contenidos así y no tan adoctrinadores.
En paralelo a estos anuncios de grandes multinacionales estadounidenses que se han puesto su mejor cara, cabe referir los de varias marcas de turrones. Entre ellos, Suchard, fundada en 1826 por el suizo Phlippe Suchard y que en 1990 fue comprada por la multinacional estadounidense productora de alimentos de consumo Kraft General Foods, que en 2011 se separó en dos (una se unió a Heinz y acabó siendo Kraft Heinz y otra cambió su nombre a Mondelez International). Mondelez es la actual propietaria de Suchard y este año vuelve a confiar en la animación bajo el título Martin, una historia de Navidad para recordar la importancia de las tradiciones y de las conexiones en esta fecha tan especial, independientemente del lugar donde estemos, y también para destacar la esperanza. Suchard cuenta una historia similar a la de la película Wall-E, donde un robot trabaja en Marte en soledad, recordando la conexión que ha establecido con unos humanos, quienes para acompañarle en Navidad le envían un turrón y a una compañera robot. Y todo ello para reflejar que dan igual las circunstancias, pues lo importante es estar juntos y celebrar la Navidad. Eso sí, esta vez de una forma más moderna y tecnológica al recurrir a un robot que hace un año, cuando hizo un bello resumen de la familia a través de la historia de una concreta, mostrando el amor de un matrimonio formado por un hombre y una mujer (algo que cada día es más revolucionario), y de la familia que van formando con hijos, nietos y hasta un perro.
Por su parte, Turrones Picó, una empresa española y centenaria que tiene su orígenes en el obrador fundado por Antonio Picó Mira en Jijona (Alicante) en la década de los años veinte del pasado siglo. Su primer anuncio en televisión se lanzó en 1988, con la primera aparición del carismático abuelo de Picó. 36 años después, bajo el título de Navidades sin turrón, también opta por la animación para mostrar a sus nietos que le preguntan a su abuelo cómo era la Navidad y este recuerda que decoraban el árbol, cantaban villancicos y comían turrón, un dulce de almendras y miel que hacía con su mujer. Su nieta le pide crear un pequeño objeto para que acudan las abejas, que están en peligro de extinción, al final recuerda que la abuela decía que “todo es posible en Navidad” y llega la primera abeja y se pone muy contenta porque van a poder comer turrón.
Y por último, un clásico navideño que no puede faltar: el anuncio del turrón El Almendro, empresa española que empezó a elaborar turrones en Jijona (Alicante) en 1883 de la mano de Antonio Monerris Planelles, a quien en 1885 se une su sobrino en la producción turronera, y desde entonces continúan con la receta a base de los frutos de almendros que crecen en el Valle del Tiétar (Cáceres). En 1996 El Almendro se une al grupo Delaviuda, que nació en 1927 de la mano de Manuel López y María Rojas, con la apertura de una pequeña confitería en Sonseca (Toledo). En 2013, la empresa pasó a llamarse Delaviuda Confectionery Group y asumió como lema corporativo “Construyendo un mundo más dulce”.
En 2023, en su anuncio, El Almendro mostraba muchas vueltas a casa que llegan en avión, dando lugar a cariñosos recibimientos en los aeropuertos. Este año, el anuncio muestras tres historias en las que se complica volver a casa en unas fechas tan especiales: un joven que quiere viajar en un avión que está lleno, una familia que está en un atasco y un trabajador de una fábrica donde hay una avería. Al final, todo se soluciona y todos llegan a casa. En el anuncio suena de fondo la conocida canción de otros años (vuelve a casa vuelve por Navidad) y termina refiriendo que “siempre hay algo que te hace volver”.
Y este año, El Almendro se ha unido a la cervecera Estrella Galicia para afrontar la vuelta al trabajo tras la cena, así como volver a ver a un tío al que no respondiste a su mensaje o entrar a un bar donde vas a encontrarte con tu ex. Porque “hay que tener lo que hay que tener, para volver como hay que volver”, afirma el actor gallego Luis Zahera. Y es que el lema de la nueva cerveza navideña es “volver como hay que volver”.
Ya está aquí la de El Almendro, una cerveza para todos aquellos que tienen lo que hay que tener, para volver como hay que volver.
— Estrella Galicia (@estrellagalicia) December 3, 2024
Consíguela en alimentación, en tu bar de confianza o en BigCrafters. Más info 👉 https://t.co/EugKlj9V1O#VuelveZahera #LaDeElAlmendro pic.twitter.com/Y9XonL8GJG
Por su parte, la marca española Chocolates Lacasa (propiedad de Grupo Lacasa, cuyos orígenes se remontan al almacén fundado por Antonio Lacasa en 1852 para la producción de chocolate) ha lanzado unos nuevos turrones que unen la historia, los sabores y los patrones más emblemáticos de España denominados “Santos Turrones”, con el objetivo de poner en valor los sabores, la historia y la identidad que compartimos. Una colección de tres “Santos Turrones”: uno de café con leche en la Plaza Mayor que homenajea al patrón de Madrid, San Isidro; otro de queso con membrillo que rinde honor a la Virgen de la Fuensanta, patrona de Córdoba; y otro de pan con chocolate que se convierte en un tributo a la Virgen del Pilar, la patrona de Zaragoza, Aragón y la Hispanidad.
Y hablando de chocolate, el grupo italiano Ferrero Rocher también celebra la Navidad con numerosos productos: bombones (incluso ofreciéndolos en un envase con forma de árbol de Navidad o en una selección exclusiva que combina especialidades de licor y exquisito chocolate con avellanas), calendarios de Adviento (de las marcas Ferrero Rocher y Kinder) y pequeños huevos de chocolate rellenos (denominados Golden Moments). Además, cabe recordar que su bombón más conocido y el que da nombre al grupo recuerda la cueva donde se apareció la Virgen en Lourdes. Esta no fue la única muestra de la fe católica de Michele Ferrero, hijo de los fundadores (Piera y Pietro Ferrero) y maestro chocolatero que peregrinaba al santuario de Lourdes cada año, donde llevó a empleados, y en el 50 aniversario del grupo afirmó que debía su éxito a la Virgen.