En plena crisis de la automoción, EV Motors se ha llevado una alegría para empezar la semana... eso sí, en bolsa. Y es que se ha estrenado en el índice BME Growth -antes denominado Mercado Alternativo Bursátil y que está orientado a pymes en expansión- con una subida superior al 21%.
Este lunes se ha producido el tradicional toque de campaña en la Bolsa de Madrid por parte de Rafael Ruiz y Pedro Calef, presidente y CEO de EV Motors, respectivamente. Se trata del cuarto debut en dicho mercado en lo que va de año y se ha producido a un precio de referencia de 6,88 euros por acción, lo que ha supuesto una valoración de la compañía de 329 millones de euros. A casi hora y media del cierre de sesión, la cotización ascendía a 8,35 euros, un 21,37% superior al precio del debut, y en una jornada en la que el Ibex 35 mostraba un alza del 0,9%.
“Damos la bienvenida a EV Motors, que ha protagonizado la mayor operación de financiación previa a la incorporación de una empresa a BME Growth, un mercado con una fuerte presencia de empresas vinculadas a la transición hacia una economía más sostenible”, ha presumido Jesús González, director gerente del citado índice. “Este perfil se refuerza hoy con la llegada de una empresa que ofrece soluciones integrales para la industria del coche eléctrico”, ha añadido González. Eso sí, ha sido demasiado políticamente correcto porque no ha mencionado que este tipo de vehículo tiene que ver y mucho en la crisis que actualmente atraviesa el sector de la automoción.
Recuerden que EV Motors es una empresa automovilística española y que en gran parte es la responsable de la vuelta de la marca Ebro al ser su principal accionista. EV Motors y otros accionistas comenzarán a fabricar los modelos Ebro S700 y S800 (con motor de gasolina y versión híbrida enchufable) el próximo mes de noviembre en Barcelona, en concreto en la antigua planta donde Nissan producía coches hasta diciembre del año 2021. Esto es algo muy positivo y digno de aplaudir, pero no hay que olvidar que en esa misma fábrica EV Motors es socio del grupo automovilístico chino Chery, el cual ha anunciado que retrasará el inicio de la producción del modelo eléctrico Omoda 5 (prevista en un principio para finales de este año) a 2025... por los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos y las previsiones optimistas de ventas de los modelos de Ebro. Unos aranceles europeos que, por cierto, han sido aprobados por Bruselas pese a la abstención de España y que se siguen negociando. Además, no hay que perder de vista que el coche eléctrico también es un cuento chino, porque muy probablemente Chery no fabricará de cero sus vehículos en la Ciudad Condal, sino que ensamblará las piezas y baterías que traerá del gigante asiático, algo que también hará la gran planta de baterías que el grupo franco-italoestadounidense Stellantis quiere levantar en Zaragoza (las baterías se producirán en China y se ensamblarán aquí... con subvenciones de fondos europeos).