En plena histeria climática creciente, presionando para la reducción de emisiones de CO2, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, lo que se denomina el grupo denominado OPEP+ (que incluye a Rusia, México y Kazajistán, entre otros países), han demostrado que siguen mandando. Y es que el nuevo anuncio de recorte de la producción de crudo desde mayo y hasta final de año ya ha repercutido, lógicamente, en el precio.
El barril de Brent, de referencia en Europa, ha vuelto a recuperar la cotización que tenía a principios de marzo, lejos de los 79 dólares en los que se movió la semana pasada. El lunes 3 de abril su precio subió superando los 84 dólares y este martes ya supera los 85,6 dólares. Esto, antes o después, acabará repercutiendo en los precios de gasolina y diésel,… y en España, por ejemplo, cabe referir que ahora hay menos descuentos respecto a los que había hasta el 31 de marzo.
El encarecimiento del crudo se explica por el recorte de producción, el cual no ha sido visto con buenos ojos por la Fed al ir contra sus planes para reducir la elevada inflación, al igual que contra los del BCE
Tras el aplauso inicial de muchas petroleras (BP, Shell, Repsol, Galp, Eni, Equinor, ExxonMobil, Chevron, Aramco…) el pasado lunes. Un día después, muchas tienen descensos en su cotización y sólo unas pocas (entre ellas, las estadounidenses ExxonMobil y Chevron, la italiana Eni o la saudí Aramco) siguen al alza.
El encarecimiento del crudo se explica por el recorte de producción, el cual no ha sido visto con buenos ojos por la Reserva Federal de EEUU (Fed) pues va contra sus planes para reducir la elevada inflación, al igual que contra los del Banco Central Europeo (BCE). Los analistas de Banca March se han referido al recorte de la producción de crudo por parte de la OPEP+ como una noticia inesperada que vuelve a incrementar la tensión en los mercados y a elevar las expectativas de inflación. Los recortes “voluntarios” de varios países árabes supondrán una reducción de más de 1,1 millones de barriles diarios (liderados por Arabia Saudí con 500.000 barriles menos), que se suman a la reducción adicional de Rusia (otros 500.000 barriles menos), llegando a un ajuste de 1,66 millones de barriles entre mayo y hasta finales de año. Eso sí, siempre que en la próxima reunión de la OPEP+, que tendrá lugar el próximo 4 de junio, no se acuerde otra cosa.
Ante estos anuncios, Mohamed bin Salmán y Vladimir Putin siguen ganando puntos frente a Joe Biden, y vuelve a quedar claro que Occidente ha perdido el control sobre la OPEP. Además, este grupo de países productores de oro negro y sus aliados seguirán manteniendo alto el precio, por lo que la crisis económica continuará.