La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y el Consejo General de Economistas de España (CGE) y han analizado las causas de la baja productividad en España en comparación con el resto de los países de nuestro entorno, buscando proponer posibles opciones de mejora.

Los expertos del CGE y de Fedea han advertido sobre "los bajos niveles de productividad de España con respecto a los de la Eurozona y su cada vez mayor distanciamiento con respecto a la media de la UE", lo que, según ambas organizaciones, “está provocando que nuestro país está perdiendo convergencia con respecto a Europa en términos de renta y competitividad”. 

Los expertos hablan de "los sucesivos incrementos del SMI", que consideran que, a la larga, pueden generar "una reducción del empleo y un aumento del desempleo" por un "desacoplamiento estructural entre los salarios y la productividad". 

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Ven por tanto un problema en el hecho de que el SMI haya subido durante los últimos 5 años más de un 50%, mientras que la productividad se ha estancado, ya que los aumentos salariales compatibles con un aumento del empleo en el largo plazo siempre están asociados con mejoras de la productividad.

A este respecto, han señalado que la productividad en una economía como la española es heterogénea entre empresas, trabajadores, sectores y regiones, pero el salario mínimo es homogéneo. Esto provoca que los trabajadores menos productivos vean peligrar sus puestos de trabajo, las empresas menos productivas su supervivencia, y las regiones menos productivas sus empleos.

Consideran que es imperativo que los efectos de estas medidas se evalúen, y que las metodologías y los resultados de dicha evaluación se hagan públicos. Por ello, a su parecer, las siguientes subidas "deberían ser más prudentes para evitar efectos indeseables en la generación de empleo".

"Esto podría pasar por vincular, al menos parcialmente, tanto los incrementos sectoriales como los del SMI a las mejoras de productividad, consiguiendo con ello contener el crecimiento de los costes laborales unitarios y mejorar la competitividad. También debería considerarse la posibilidad de establecer mínimos diferenciados para los jóvenes y el sector agrario e incluso por comunidades autónomas", aseguran. 

Y esta evaluación llega en plena 'negociación' de la reducción de jornada. En la que Yolanda pretende imponer, con mucho diálogo social, eso sí, que las jornadas se reduzcan, pero cobrando lo mismo, según ella, eso, mejorará la productividad. ¿Seguro Yolanda? Los expertos no proponen nada de eso. Por algo será. 

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