Ence continúa celebrando en bolsa el anuncio de mayor dividendo, tras salir de pérdidas en 2022 y lograr el aval del Tribunal Supremo a la prórroga de la biofábrica de Pontevedra. Y es que este lunes su cotización sube un 2,86%, frente a un Ibex ligeramente en rojo (-0,55%), y acumula una revalorización del 5,88% en los últimos cinco días.
La compañía líder europea en producción de celulosa y primera española en producir energía renovable con biomasa agrícola y forestal ha anunciado que en la próxima junta de accionistas, que previsiblemente se celebrará el próximo 5 de mayo, se votará el reparto de otro dividendo a cuenta del ejercicio 2022, que será de 0,29 euros brutos. Este se sumará a los ya repartidos, siendo el último también de 0,29 euros, el cual se anunció en la presentación de resultados anuales el pasado 28 de febrero y se abonó el pasado 16 de marzo. Si los accionistas dan el visto bueno, el reparto de dividendos de Ence ascenderá a 207 millones. Recuerden que la compañía tiene como principal accionista a su fundador y presidente de honor, Juan Luis Arregui, que es dueño del 29,443%, amigo de Ignacio S. Galán y tiene a sus tres hijos (Javier, Gorka y Óscar) en el Consejo.
Su presidente y CEO, Ignacio de Colmenares, cobró 876.000 euros en 2022, frente a los 273.000 euros del año anterior: 799.000 euros en metálico (135.000 en remuneración fija y 664.000 de sueldo), a los que ha sumado 77.000 en acciones
2022 fue un buen año para la compañía, pues logró dejar las pérdidas y lograr un beneficio neto de 247 millones de euros, por la cara celulosa, los buenos resultados operativos y la reversión de 169 millones de deterioros y provisiones en el negocio de Celulosa en 2021 (por sentencias de la Audiencia Nacional). Una mejora de la que ya se vio parte en los nueve primeros meses del ejercicio, cuando dejó pérdidas, elevó ingresos y mantuvo un fuerte aumento del resultado bruto de explotación (ebitda).
A esta buena noticia en números se sumó el aval del Supremo a la prórroga de la biofábrica de Pontevedra, y esto no sólo a repercutido en los accionistas, sino también en el presidente ejecutivo y los empleados. En concreto, su presidente y CEO, Ignacio de Colmenares, cobró 876.000 euros en 2022, frente a los 273.000 euros del año anterior: 799.000 euros en metálico (135.000 euros en remuneración fija y 664.000 euros de sueldo), a los que ha sumado 77.000 euros en acciones. En total, la compañía destinó 2,163 millones a las remuneraciones de 16 consejeros, incluyendo tres salidas (las independientes Isabel Tocino y Miren Amaia Gorostiza y el dominical Víctor Urrutia) y tres entradas (Rosalía Gil-Albarellos, Carme Aquerreta y Ángel Agudo), y en el que también se sienta el expresidente de Indra, Fernando Abril-Martorell. Además, la remuneración media de los empleados ha subido un 10,53%, pasando de 57.000 euros a 63.000.