En la mañana de este 26 de julio, Endesa ha publicado sus resultados consolidados a cierre del primer semestre de 2023. Como breve adelanto, la energética ha descendido su resultado neto atribuible en un 4%. Veamos el impacto de la publicación de estos resultados en su valor bursátil desde el cierre de la sesión de ayer hasta el momento de la realización de este artículo: la cotización del grupo ha aumentado un 0,18%, a 19,39 euros. Un incremento algo superior al reflejado por el Ibex 35 (+0,08%), índice del que forma parte. Poco más que añadir porque el movimiento no parece representativo tan a cortísimo plazo.
Sin embargo, si analizamos la evolución del precio de la acción de Endesa en el último mes, el 29 de junio se produjo un descenso muy importante (que fue del 8,37%), el cual es muy similar al descenso acumulado en el último mes, evidenciándose así la importancia de lo acaecido en dicho día. No se preocupen, tras haber indagado en esta información, ese abultado descenso deviene por el reparto de dividendos realizado (y de los que la energética italiana Enel se lleva una gran parte al controlar el 70% del capital) y no por un hecho excepcional que le afectase sobremanera.
Los ingresos de Endesa a cierre del primer semestre han descendido en un 12% respecto al mismo semestre de 2022, desde los 14.851 millones de euros hasta los 13.121 millones. Tiene mala pinta, pero ya saben que somos desconfiados, veamos si la gestión por parte del grupo de sus recursos ha conseguido salvar este escollo.
La gestión de recursos es buena, pues la principal partida de gastos (“aprovisionamientos y servicios”) ha bajado en un 26% y también se han registrado aumentos del margen bruto (+20%) y del ebitda (+13%)
Ha habido suerte. La principal partida de gastos del grupo, “aprovisionamientos y servicios”, ha bajado en un 26%, pasando de 10.956 millones a 1.506 millones. Este descenso en los gastos de explotación se ha visto reflejado posteriormente también en la bondad de la evolución de la cifra de margen bruto y de resultado bruto de explotación (ebitda), con unos incrementos del 20% y del 13%, respectivamente. El ebitda de la compañía que dirige José Bogas (a quien Enel, ahora bajo las riendas de Flavio Cattaneo, no se plantea sustituir) se ha situado en 2.476 millones, siendo, un 13% superior a la de hace un año, y hasta aquí pinta bien, pero el elevado nivel de endeudamiento que soporta, con sus intereses correspondientes, han “matado” la buena noticia, al igual que vimos en el caso de PRISA.
El resultado neto atribuible del grupo en el primer semestre ha descendido en 37 millones, hasta situarse en 879 millones. El resultado financiero neto ha sido de -270 millones, un 382% más negativo que el mismo de hace un año, que fue de -56 millones. El valor contable de su deuda financiera asciende al cierre de junio de 2023 a 14.465 millones. Eso sí, el apalancamiento que cerró el primer semestre de 2022 en el 238,9% y el conjunto del año 2022 en el 188,76%, ha cerrado la primera mitad de este año en el 165,17%.
El resultado financiero neto ha sido de -270 millones, un 382% más negativo. El valor contable de su deuda financiera asciende al cierre de junio a 14.465 millones. Eso sí, el apalancamiento ha pasado del 238,9% al 165,17%
Pasemos ahora a analizar las cifras de liquidez para ver cuál ha sido su evolución. El grupo ha aumentado su efectivo en el primer semestre de 2023 en un 250% respecto al mismo periodo de 2022, pasando de 199 millones a 697 millones. Este incremento deviene principalmente del epígrafe de los flujos netos de las actividades de inversión, y más concretamente de que se haya reducido sobremanera los pagos por inversiones y se hayan incrementado los ingresos por desinversiones entre dichos períodos. El pago por inversiones de Endesa ha descendido en 2.601 millones, hasta 1.303 millones de euros; y en paralelo, el cobro por desinversiones se ha incrementado desde los 140 millones a los 3.576 millones.
Como conclusión, Endesa ha disminuido resultado neto atribuible a la sociedad dominante en un 4%. Si bien, el mismo ha sido claramente impactado por el menor resultado financiero, ya que el ebitda ha reflejado una evolución positiva. Asimismo, es relevante que el grupo haya ralentizado mucho sus inversiones y al mismo tiempo, haya aumentado sobremanera sus desinversiones, lo que ha provocado principalmente un aumento del efectivo entre el primer semestre de 2022 y el mismo de 2023. Como sugerencia, Endesa, por favor, nos hubiera gustado conocer un mayor grado de detalle de estas desinversiones, no sabemos si escondéis algo, pero en cualquier caso un concepto por el que se deviene un importe tan significativo, más aún de manera comparada con la cifra del período anterior, debería tener un detalle.