Engie celebra en bolsa (su cotización sube más de un 3%) la mejora de las previsiones anuales, la vuelta a beneficio semestral… y la retirada de la puja por Electricity North West (ENW), uno de los 14 operadores de distribución eléctrica en Reino Unido. Esto último ha sido aplaudido por otra de las pujadoras, Iberdrola, cuya cotización sube más de un 2%.

 

La energética francesa, controlada en un 23,6% por el Estado galo, había entrado en la operación para hacerse con ENW dentro de un consorcio junto al fondo canadiense CDPQ. La consejera delegada de Engie, Catherine MacGregor, ha señalado en la conferencia con analistas que es cierto que la compañía “identificó” un objetivo en Reino Unido y “presentó una oferta” que “no se ha formalizado”. Recuerden que la eléctrica que dirige Ignacio S. Galán ha recurrido a la ayuda del fondo de inversión -y muy especulativo- KKR para hacerse con ENW... y al final se ha llevado el gato al agua por 5.000 millones de euros. En concreto, Iberdrola ha destacado que este viernes se ha hecho con el 88% de ENW por un valor de fondos propios de 2.500 millones, aunque si se incluye la deuda la operación asciende a 5.000 millones. Una compra que Galán no ha tenido reparos en acometer, dentro de la estrategia de Iberdrola de potenciar el negocio de redes en países con sólido rating, a pesar de la elevada deuda que tiene la eléctrica (45.153 millones al cierre del pasado junio). 

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Vayamos a los resultados de Engie en el primer semestre. Tanto la energética como sus inversores tienen razones para sonreír porque ha vuelto a beneficio. De hecho, el resultado neto ha dado un giro de 180 grados, pasando de unas pérdidas de 847 millones hace un año a un beneficio neto de 1.942 millones, lo que también refleja que le ha ido mejor en el segundo trimestre de este año que en el primero. Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) -sin contar la nuclear, que ha reducido a la mínima expresión y ya sólo opera en Bélgica al extender dicho país su vida útil- del primer semestre ha descendido un 11,4%, a 5.400 millones; y el resultado neto de explotación (ebit) ha bajado un 16,4%, a 5.600 millones. 

Sin embargo, Engie no ha logrado aumentar sus ingresos, debido a los menores precios de la energía (tanto de la electricidad como del gas natural): en concreto, han bajado un 20,2%, a 37.525 millones, con descensos en todas las divisiones. Gestión y comercialización ha aportado 15.573 millones (-27,5%); seguido de: la división minorista con 8.032 millones (-22,5%); las soluciones energéticas con 4.917 millones (-10,3%); las redes con 3.555 millones (-2,9%); el área renovable -donde también está apostando por la tendencia del sector de vender el 49% de proyectos- con 2.749 millones (-5,2%); la generación flexible con 2.261 millones (-16,9%); y la nuclear con 38 millones. Además, registro otros ingresos por importe de  401 millones.

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Otro punto positivo, junto a la vuelta a beneficio, ha sido la redución de la deuda financiera neta en 800 millones, hasta 45 800 millones,... aunque dicha cifra sigue siendo elevadísima. En este aspecto se parece a Iberdrola, que ha cerrado el primer semestre con una disminución de su deuda, hasta los 45.153 millones, cifra que también continúa siendo demasiado alta. 

“En un mercado que vuelve a la normalidad, Engie ha vuelto a presentar unos resultados muy sólidos en el primer semestre, lo que nos permite elevar nuestras previsiones para todo el año 2024”, ha presumido MacGregor. Ahora esperan unos ingresos netos recurrentes de entre 5.000 y 5.600 millones, frente al rango de 4.200-4.800 millones previsto anteriormente. También se ha comprometido a mantener un “rating potente de grado de inversión” y una ratio a largo plazo igual o inferior a 4 veces la deuda neta sobre el ebitda. Por si esto no bastara, ha confirmado su política de dividendos, que como mínimo será de 0,65 euros por acción entre 2024 y 2026... algo que habrá gustado mucho a los accionistas, entre ellos, el Estado galo. 

 

En España, Engie está presente y liderada por Loreto Ordóñez. La energética está en toda la cadena de valor de la energía desde hace más de 25 años y cuenta con más de 1.700 empleados. Su estrategia se basa en producir energía de forma respetuosa con el medio ambiente y en acompañar a sus clientes hacia la neutralidad en carbono. Su capacidad instalada se acerca a los 3.700 megavatios (MW): 1.700 MW renovables -eólicos, solares y minihidráulicos- y 2.000 MW de generación flexible y baja en carbono. Junto a sus clientes, también desarrolla y gestiona más de 300 MW de activos para avanzar en la transición energética: plantas industriales de autoconsumo fotovoltaico o termosolar, calderas de biomasa y cogeneraciones. Además, trabaja en comercialización, trading y gestión de energía, destacando en contratos de largo plazo de compraventa de energía renovable (PPAs); y es líder nacional en redes de calor y frío.