Engie se ha quedado sin premio bursátil (su cotización baja un 1,8%), tras publicar sus resultados del primer trimestre. Y es que ha reducido ingresos y beneficios por el menor precio de la energía (tanto en electricidad como en gas), algo que hemos visto en otras muchas compañías, la menor demanda de gas, la buena climatología y la menor volatilidad.
La energética francesa, que dirige Catherine MacGregor y es propiedad en un 23,6% del Estado francés, ha empezado a la baja el año. Los ingresos han caído un 24,6%, pasando de los 29.180 millones de euros de hace un año a 22.016 millones. En esta cifra, la mayor aportación proviene del apartado Otros, destacando los 9.019 millones (-31,6%) de Global Energy Management & Sales (GEMS), el negocio con el que ofrece soluciones de suministro de energía y servicios de gestión de riesgos para apoyar a los clientes en su descarbonización. Tras este, se sitúa el negocio de retail, con 5.367 millones (-26,6%), seguido de soluciones de energía (2.832 millones), redes (2.039 millones), renovables (1.523 millones) y generación flexible (1.156 millones), mientras que la nuclear aporta 22 millones.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) se ha mantenido en 5.400 millones (-0,1%) y excluyendo la nuclear la cifra ha sido de 4.800 millones (-1,2%). El resultado neto de explotación (ebit) ha descendido hasta 4.166 millones (-1,2%) y sin la nuclear lo ha hecho en un 3,2%, a 3.700 millones. Por negocios, el de GEMS ha sido el que ha contribuido al ebit con una mayor cuantía (1.458 millones) y la nuclear ha aportado 461 millones (+18,7%), creciendo algo más que las renovables (712 millones, un 11,5% más). Parece que la nuclear no le viene tan mal a Engie, y además, seguirá operando los reactores belgas Tihange 3 y Doel 4, después de que hace un mes el Parlamento belga votará la ley que adopta el acuerdo final entre Engie y el Gobierno belga firmado el pasado diciembre por el que se extiende 10 años la vida útil de dichos reactores y todas las responsabilidades relativas a residuos nucleares. Además, sigue apostando por crecer en renovables, pues recientemente, ha comprado el negocio solar y eólico terrestre que Orsted tenía en Francia y en Chile ha anunciado la desconexión de sus últimas centrales a carbón.
En el primer trimestre, como la mayoría de empresas francesas, Engie no ha dado a conocer el dato de resultado neto, así que habrá que esperar hasta que presente las cuentas semestrales el próximo verano. Eso sí, la energética francesa ha disparado un 88,2% el capex, a 2.600 millones, y el flujo de caja operativo de las operaciones ha crecido un 36,2%, a 5.100 millones. Al mismo tiempo, esto último ha permitido reducir la deuda financiera neta respecto al cierre de 2023 a 27.600 millones y también la deuda económica neta a 43.900 millones, dejando el ratio de esta sobre ebitda en 2,9 veces. Un buen primer paso, pero debe continuar apostando por bajar dicho endeudamiento.
En España, bajo las riendas de Loreto Ordóñez, Engie tiene una destacada presencia y 1.800 empleos. En su apuesta por la descarbonización se apoya en la propia producción de energía con renovables y una oferta de soluciones que permitan reducir los costes, el consumo de energía y las emisiones de CO2. Se trata del sexto generador de nuestro país, con una capacidad instalada de cerca de 3.600 megavatios (MW), incluyendo 1.600 MW de activos renovables -eólicos, solares y minihidráulicos-, cogeneraciones y redes de calor y frío, y generación flexible y baja en carbono (ciclos combinados). Además, junto a sus clientes desarrolla y gestiona más de 250 MW de activos relacionados con la transición energética (redes de calor y frio, plantas industriales de autoconsumo fotovoltaico o termosolar, calderas de biomasa y cogeneraciones); comercializa energía y pone en marcha de contratos de largo plazo de compraventa de energía renovable (PPA) y soluciones industriales para que sus clientes consuman menos y ‘mejor’ energía.
De cara al conjunto del año, la energética francesa ha confirmado sus previsiones, pues espera que los mercados vuelvan a la normalidad tras dos ejercicios excepcionales. En concreto, estima obtener un beneficio neto de entre 4.200 y 4.800 millones, menor al de 5.400 logrado en 2023; y que el ebit sea de entre 7.500 y 8.500 millones.