Eni no ha tenido una buena evolución en los nueve primeros meses, sino a la baja en ingresos (-5%) y sobre todo en beneficio neto (-48%), por lo que ha decidido rebajar previsiones anuales. Sin embargo, no ha recibido tirón de orejas en bolsa… porque ha anunciado una mayor recompra de acciones que ha gustado a los inversores: la cotización asciende un 1,43%.
La petrolera italiana (que está controlada por el Estado italiano en un 32,4%) está notando la volatilidad en el precio del petróleo por los conflictos bélicos (en especial, por lo que ocurre en Oriente Medio), como el resto de compañías de su sector, algo que ya se ha visto en los de la petrolera noruega Equinor. De hecho, el barril de Brent -el de referencia en Europa- empezó julio en 85 dólares y cerró septiembre en 72, frente al encarecimiento que tuvo en la primera mitad del año, y ahora está en casi 75 dólares. En el entretanto, el gas natural va escalando posiciones y a Eni le ha empezado a afectar con menores ventas de gas natural y de gas natural licuado (GNL).
Eni tampoco es ajena a la crisis mundial de la automoción, que puede estar entre las razones que le ha llevado a vender el 25% de Enilive (su negocio de movilidad sostenible) al fondo de inversión estadounidense -y muy especulativo- KKR. Hace unos meses, se refirió la operación como un medio para obtener capital privado que “contribuirá a financiar el crecimiento y a confirmar el valor que estamos creando en nuestros negocios relacionados con la transición energética”, según el CEO de Eni, Claudio Descalzi. Ahora, se ha firmado el acuerdo de la transacción por un total de 2.938 millones de euros: a través de una ampliación de capital en Enilive por parte de KKR por 500 millones y la compra de acciones con un pago en efectivo de 2.438 millones. Y no hay que olvidar que en Enilive, la rentabilidad se mueve a la baja, frente a la evolución positiva de Plenitude (la compañía de Eni que agrupa la venta y comercialización de gas y electricidad para hogares y empresas, así como la producción de energía renovable y la gestión de puntos de recarga para vehículos eléctricos).
El beneficio neto atribuido cae un 48%, a 2.394 millones, hasta septiembre... con un desplome del 72,7%, a 522 millones, en el tercer trimestre
Descalzi ha destacado el compromiso de la petrolera en ofrecer rentabilidades competitivas para los accionistas (entre ellos, el primero es el Estado italiano), por lo que ha anunciado un aumento adicional en la recompra de acciones prevista para este año, alcanzado en total los 2.000 millones. Esto último supone un 25% más de lo previsto anteriormente, que ascendía a 1.600 millones, y más de un 80% frente al plan anual original.
Vayamos a los malos resultados. Eni ha visto decender sus ingresos un 5,5%, a 65.309 millones, de los que 20.658 millones (-7,4%) han correspondido al tercer trimestre. Por su parte, el resultado proforma ajustado antes de intereses e impuestos (ebit) ha bajado un 17%, a 11.623 millones, pese a un tercer trimestre mejor del que esperaba (3.400 millones, un 14% menos), de hecho Descalzi ha destacado que “al ofrecer un rendimiento superior a las expectativas, hemos vuelto a demostrar la resiliencia de nuestro modelo de negocio”. Y el beneficio neto atribuido ha caído un 48%, a 2.394 millones, con un desplome del 72,7%, a 522 millones, entre julio y septiembre.
Ante las cifras obtenidas hasta septiembre, Eni ha rebajado sus previsiones anuales. Ahora estima que su resultado proforma ajustado antes de intereses e impuestos (Ebit) ronde los 14.000 millones, unos 1.000 millones menos que en su anterior pronóstico.