El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado a conocer este jueves la Encuesta de Población Activa (EPA) y Estadística de Flujos de la Población Activa (EFPA) del tercer trimestre.
El número de ocupados aumentó en 209.100 personas en el tercer trimestre de 2023 respecto al trimestre anterior (un 0,99%) y se sitúa en 21.265.900. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del 0,75%. El empleo ha crecido en 720.100 personas (un 3,51%) en los 12 últimos meses.
La ocupación aumentó en el tercer trimestre en 192.200 personas en el sector privado y en 17.000 en el sector público. En los 12 últimos meses el empleo se ha incrementado en 691.600 personas en el sector privado y en 28.600 en el público.
El número de parados subió este trimestre en 92.700 personas (3,36%) y se sitúa en 2.855.200. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del 0,01%. En los 12 últimos meses el paro ha disminuido en 125.000 personas (–4,20%).
La tasa de paro se sitúa en el 11,84%, lo que supone 24 centésimas más que en el trimestre anterior. En el último año esta tasa ha descendido en 83 centésimas.
La tasa de paro se sitúa en el 11,84%, lo que supone 24 centésimas más que en el trimestre anterior. En el último año esta tasa ha descendido en 83 centésimas
Los asalariados crecen este trimestre en 266.000. Los que tienen contrato indefinido se incrementan en 232.100 y los de contrato temporal en 33.900. En variación anual, el número de asalariados aumenta en 716.500 (el empleo indefinido crece en 1.102.000 personas y el temporal disminuye en 385.500). El número de trabajadores por cuenta propia baja en 60.200 este trimestre y sube en 14.600 en los 12 últimos meses.
El número de parados menores de 25 años subió en 50.500 personas en el tercer trimestre del año, lo que supone un 10,8% más que en el trimestre anterior, situándose la cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 518.100 al finalizar septiembre. Aun así, la tasa de paro juvenil bajó algo más de un punto, hasta el 27,82%.
El número de parados de larga duración subió en 15.400 personas en el tercer trimestre, un 1,5% más respecto al trimestre anterior, hasta situarse en 1.055.100 personas. En el último año, los Parados de larga duración se han reducido en 88.500 personas (-7,7%).
Los hogares con todos sus miembros en paro subieron en 12.800 en el tercer trimestre del año, un 1,4% respecto al trimestre anterior, hasta situarse en 928.800. En el último año, los hogares con todos sus integrantes en el Desempleo han disminuido en 48.500, lo que supone un descenso en valores relativos de casi el 5%.
Entre julio y septiembre, los hogares con todos sus miembros ocupados se incrementaron en 20.500 (+0,2%), hasta un total de 11.578.300 hogares, la cifra más alta de la serie histórica. En los últimos doce meses las familias con todos sus miembros ocupados han aumentado en 284.000 (+2,5%).
El número de parados menores de 25 años subió en 50.500 personas en el tercer trimestre del año, lo que supone un 10,8% más que en el trimestre anterior
Y ahora, contextualicemos las cifras: España es el país que tiene la tasa de paro más alta entre los 38 de la OCDE.
Y, a principios de este mismo mes de octubre, Eurostat destacó que el país de la UE que tuvo la mayor tasa de paro en julio fue España, con un 11,5%. Y el país de la UE que tuvo la mayor tasa de paro juvenil en julio también fue España, con un 26,8%, la más alta entre los Veintisiete.
Además, desde la reforma laboral de Yolanda Díaz -quien sigue presumiendo de buenos resultados- al hablar de estadísticas de empleo hay que tener muy en cuenta a los fijos discontinuos -desconocemos cúantos están trabajando realmente- que no computan como parados aunque no estén trabajando. También hay que tener en cuenta que, aunque suba el empleo, las horas trabajadas disminuyen, lo que significa que en realidad no se crean puestos de trabajo sino que un mismo puesto se divide en dos o tres a tiempo parcial. Así aumentan los ocupados, pero son más precarios. Y todo esto aderezado por el repunte del empleo público, gran parte improductivo, que provoca el aumento del gasto público. Vamos, que la cosa va de miedo.