Las apariencias engañan porque aumentar de las ventas brutas un 3,1% -las netas aumentaron un 2,4%-, con una inflación de los alimentos del 2,7% (dato de agosto), no es lo mismo, naturalmente. La mayor parte de ese crecimiento se debe, no tanto a mayores ventas sino al efecto de la subida de los precios.

En todo caso, Eroski cerró el tercer trimestre de su ejercicio fiscal con unas ventas brutas de 4.149 millones de euros, el 3,1% más que en el año anterior, como hemos dicho antes y según los resultados publicados este jueves por la compañía. El beneficio fue de 66,3 millones de euros, un 37% menos que los del año anterior.

Por cierto, la cooperativa del grupo Mondragón remite sus cuentas a la CNMV en inglés y sin traducción, ni al castellano ni al euskera, lo que resulta todavía más intolerable.

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El presente ejercicio está siendo complicado para Eroski, como ya vimos en los resultados del primer semestre, cuando redujo el precio de más de 5.700 productos como consecuencia de la guerra de precios del sector. Un esfuerzo que, según Rosa Carabel, CEO de la compañía, permitió generar un ahorro de 33 millones de euros para los clientes de Eroski, durante los seis primeros meses del ejercicio.