Al ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, le han entrado las prisas. Debería haber tenido lista la reforma de las pensiones en diciembre, y estamos en marzo y aún no hay acuerdo. Y no será porque Europa no le ha advertido veces. A la amenaza de Bruselas, se le sumó la alerta del Banco de España, y hace unas semanas los 'hombres de negro' visitaron España y lo volvieron a repetir: un hito no se ha cumplido, la reforma de las pensiones. De no llevarse a cabo, el Gobierno deberá "afrontar las consecuencias".
Algo así no puede darse en año electoral, no puede ser que España se quede sin fondos o que Europa critique a Sánchez, no estaría bien visto. Por lo que el Ministro ha citado de urgencia a los sindicatos y a la patronal para mañana viernes, y eso que llevan sin verse desde el 12 de diciembre: "Hemos convocado la mesa para mañana y eso debe entenderse como que estamos prácticamente llegando ya a un acuerdo con la Comisión".
Curioso que el Ministro anuncie un acuerdo con Bruselas, sin antes haber hablado con los agentes sociales españoles, es decir, antes de llegar a un pacto con los interesados en tu país, él ya ha llegado a una serie de compromisos con Europa. El 'estilo Escrivá' es impecable, así no pueden negarse ni Garamendi, ni Unai, ni Sordo, total, la decisión está tomada ya con Bruselas... Eso sí, el Ministro muestra su cara más diplomática y asegura que confía en llegar mañana a un acuerdo: "Espero que ocurra mañana".
Mientras esperamos a que Escrivá nos informe sobre su pacto con Europa para lograr la sostenibilidad de un sistema ya quebrado, podemos escuchar a expertos en pensiones, que han criticado la reforma del sistema que propone el ministro, ya que consideran que peligra su viabilidad y sostenibilidad, ha sido en la mesa redonda "El futuro del sistema de pensiones tras la reforma", organizada por 'El Español-Invertia'.
Por un lado, el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, se ha referido a la primera parte de la reforma, ya aprobada: "desmonta los mecanismos de control automático" que tenía la legislación anterior. Y ha criticado el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), puesto que "no es un mecanismo y no contribuye a la equidad". "Es una subida transitoria a las cotizaciones. Una vaga promesa de que si en su momento hace falta hacer algo más, ya lo haremos", ha añadido.
De la Fuente ha puesto en duda que los incentivos para alargar las carreras laborales vayan a tener un impacto real y notable en las cuentas. A su parecer "será casi neutro", ya que más años trabajados exigirán pensiones más altas. Y ha cargado contra la propuesta de Escrivá de prolongar el periodo de cálculo a 30 años ya que tendrá un impacto "muy próximo a la neutralidad" o, como mucho, "un pequeño ahorro de dos o tres décimas". Considera que "convertir las cotizaciones en salario diferido" es "un impuesto puro y duro" y advierte de que "de ahí no va a salir mucho dinero".
Además, el directivo de Fedea cree que el aumento del gasto en pensiones es sostenible, pero que hay que "sacrificar algo en su lugar": "Esto amenaza con comerse todos los marcos fiscales que tenemos y dejarnos sin recursos para otras necesidades. La reforma no está bien orientada".
En el mismo sentido, el miembro de la Junta de Gobierno del Instituto de Actuarios Españoles y responsable del Grupo de Trabajo de Pensiones, Gregorio Gil de Rozas, ha reconocido que no se conoce "el detalle de la reforma que va a venir en los próximos días", aunque ya descuenta que "el coste va a aumentar y la sostenibilidad del sistema va a empeorar".
Gil de Rozas ha alertado: las medidas se centran en "incrementar las pensiones para los pensionistas de hoy", pero esto "pone en riesgo la estabilidad para los pensionistas del mañana". A este respecto, ha alertado de que el "nivel de generosidad" de las prestaciones para pensionistas han ido mejorando pero que nadie ha informado de cuánto va a costar la mejora. Todo ello en un contexto en el que en los próximos años España tendrá que hacer frente a la "gran jubilación de los 'baby boom'" y el coste "va a crecer": "Como sociedad, no tenemos datos sobre costes y cómo se van a pagar", criticando que las medidas se tomen como "decisiones políticas" y no "técnicas". Por ejemplo, la subida conforme al IPC, que a su parecer va a desaparecer porque "va a generar un gasto tan alto que va a tener que echarse para atrás".
"Los pensionistas reciben un 51% más de lo que han aportado. Eso no se sabe, ahora mismo todo cabe. La sociedad tiene que ser consciente de cómo funciona el sistema, que es contributivo, de reparto, que sirve para pagar pensiones actuales y nos va a generar una acumulación de derechos, y esas nuevas pensiones se pagarán con los activos de ese momento, y eso va a tener un límite", ha continuado.
Vamos bien...