En España, tristemente, se valora mucho más lo de fuera que lo nuestro, pese a tener grandes productos como el aceite de oliva y el vino. Esto se ve en muchos casos, por ejemplo, en dos empresas que se dedican a estos: Deoleo y Codorníu. Algo que han sabido aprovechar los fondos de inversión y China.

CVC es dueño en un 56,4% de Deoleo, compañía líder mundial en aceite de oliva a la que entró en 2014. Este fondo, que en España está representado por Javier de Jaime, no va bien en números: en 2022, ganó 6 millones, un 62% menos que en 2021, y ha perdido 9,7 millones de euros hasta junio, al caer un 22% su volumen de ventas, pese a que el precio del aceite de oliva se ha disparado (+67% anual). Deoleo no debió venderse y menos a un fondo, por mucho que De Jaime señala que en el caso de CVC los plazos inversores exceden con creces el plazo de cinco años que suelen tener la mayoría de los fondos. Y ya saben que todos estos no buscan ni dar un buen ni un buen servicio, sino el mejor momento en vender su participación y sacar jugosas plusvalías.

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Deoleo (dueña de marcas tan conocidas como Carbonell, Hojiblanca, Koipe, Bertolli y Carapelli, entre otras) está en venta y tras rumorearse el interés de la empresa emiratí Iffco (propiedad del grupo indio Allana), refirió a la CNMV que “no se encuentra en negociaciones” con esta última. Eso sí, señalaba que había iniciado “un proceso de sondeo del mercado para conocer sus alternativas estratégicas, incluida una potencial venta”. A la vista de esto puede que no haya negociaciones con Iffco, pero sí que se haya dado alguna conversación...

En el entretanto, otras empresas españolas se habrían caído del proceso, como: Acesur (cuyo presidente es dueño del 5,072% de Deoleo) y Borges, aunque la gran cooperativa andaluza Dcoop no se rinde y al mismo tiempo busca alternativas, según informa El Economista. Dcoop llegó a ser accionista de Deoleo y le vendió la marca Hojiblanca, ahora lidera el mercado de aceite de oliva de EEUU. Además, IU (ahora dentro de Sumar) ha registrado en el Congreso de los Diputados una iniciativa para abordar la posible venta de Deoleo...

Paralelamente, Codorníu, grupo especializado en cava y vinos que está controlado en un 68% por el fondo estadounidense Carlyle (que también es dueño del 38,5% de Cepsa, por ejemplo), continúa vendiendo bodegas. En concreto, la bodega Tionio a un inversor chino que está entrando en varias denominaciones de origen de nuestro país, como avanzó El Norte de Castilla y ahora recoge El Economista. Es cierto que esta vez Codorníu vende sólo el edificio de la citada bodega, pues su producción la trasladó a otra hace más de dos años. Sin embargo, el comprador no es un cualquiera, sino un grupo que controla un inversor chino y se denomina Finca Monastasia, que ya está presente en la denominación de origen Jumilla y también ha comprado bodegas en la de Rioja y en la de Ribera del Duero. Además, no se puede perder de vista que Italia, Francia y España acaparan el 51% de la producción vinícola, un cultivo en el que también ha entrado China hace más de tres décadas, aunque con pocos frutos, hasta ahora, por ello están apostando por reducir las importaciones y potenciar la producción propia, y también por ocupar posiciones en la producción de países vinícolas clave (como por ejemplo, España).

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Por cierto, recuerden que Codorníu es otro ejemplo de empresa familiar con larga historia (empezó en 1551 de la mano de Jaume Codorníu, y la heredera, Anna, se casó más tarde con el viticultor Miquel Raventós) donde las disputas -en este caso incluso independentistas- familiares han acabado con la familia fundadora perdiendo el control y este cayendo en manos de un fondo: el CEO es Sergio Fuster y en el ejercicio cerrado en junio de 2022 las pérdidas se redujeron a 200.000 euros y aumentó ventas (+20%) y ebitda (+40%). En el caso de Freixenet, las disputas familiares también hicieron que la familia perdiera el control, pero no entró un fondo, sino el grupo alemán Dr. Oetcker a través de su filial vinícola Henkell, donde ahora su vicepresidente y CEO, Pedro Ferrer, presume del éxito del vino italiano prosecco, frente al estancamiento del cava.