Según los datos de la última EPA del segundo trimestre, publicados recientemente por el INE, la tasa de paro se situó en el 11,60%, lo que supone 1,67 puntos menos que en el trimestre anterior y su valor más bajo desde el tercer trimestre de 2008.

El Gobierno de Pedro Sánchez, en funciones, se apresuró a celebrarlos como algo maravilloso por medio de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño

Pero una vez más, la realidad viene a desmentir el exagerado optimismo del Gobierno.

Y la realidad nos la ha mostrado Eurostat, que hoy ha publicado los datos de paro correspondientes al mes de junio. 

La tasa de paro de la eurozona se quedó en junio en el 6,4%, igual que los dos meses anteriores y su nivel más bajo de toda la serie histórica, mientras que en la UE también repitió por tercer mes el mínimo histórico del 5,9%.

Pero, por países y he ahí el quid de la cuestión, las mayores tasas de paro correspondieron a España, con un 11,7%; Grecia, con un 11,1%; y Lituania y Suecia, con un 7,5% cada una. Por el contrario, las menores cifras de paro se dieron en Malta, con un 2,6%; Polonia y Chequia, con un 2,7% cada una; y Alemania, con un 3%.

En el caso de los menores de 25 años, la tasa de paro de la Zona Euro se redujo en junio al 13,8% desde el 14%, mientras que en el conjunto de la UE el dato subió una décima, hasta el 14,1%.

En el caso de España, en junio de 2023 se contabilizaron 2,79 millones de personas sin empleo, de las cuales 464.000 eran menores de 25 años.

De esta forma, la tasa de paro de juvenil de España fue del 27,4%, la más alta entre los Veintisiete, por delante del 23,6% de Grecia, así como del 21,3% de Suecia.

Insistimos: ¿de qué presumís, Sánchez y Calviño?