Según el informe 'Taxing Wages' publicado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), los trabajadores españoles solteros y sin hijos destinaron en 2023 el 40,2% del salario bruto al pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social. Si miramos al resto, la media está en el 34,8%. Pero como en España siempre queremos más, la carga fiscal sobre los costes laborales se incrementó 0,62 puntos porcentuales en un año, mientras que de media en la OCDE sólo crecieron 0,13 puntos porcentuales. Siendo España el cuarto país de la OCDE en el que más se ha incrementado la carga fiscal.
En el caso de una pareja de trabajadores con dos hijos la cuña fiscal promedio de la OCDE aumentó en 0,06 puntos porcentuales entre 2022 y 2023, hasta el 29,5%. España, bajo este supuesto, registró una cuña del 37,1%, con un incremento anual del 0,40%.
Por su parte, el informe también aclara que las cotizaciones sociales pagadas por las empresas supusieron el 23,3% y las abonadas por los trabajadores, un 4,9%, cuando el promedio se situó en el 13,1% y el 8,4%, respectivamente. De esta manera, España fue el sexto país con mayor peso de la contribución de las empresas, y no lo decimos nosotros, sino la OCDE.
La OCDE acredita que casi la mitad del incremento que se ha producido en la carga fiscal de los salarios lo han asumido las empresas, 0,3 puntos, haciéndose cargo en una proporción de 5 a 1 de la subida de cotizaciones sociales, siendo el segundo mayor de la OCDE.
Esto es algo que es Hispanidad llevamos advirtiendo mucho tiempo y reclamando lo que es necesario para el mercado laboral del país: la supresión de las cuotas, sobre todo, cuando hablamos de los salarios más bajos. Las cotizaciones son el mayor lastre para la creación de empleo.
Por cierto, la OCDE parece que le da la razón a Garamendi.