La subida del Ibex del viernes, del 4,04% tuvo como protagonista al sector financiero. Sabadell (+12,06%), Santander (+11,35), BBVA (+9,81%), Bankinter (7,96%), Caixabank (7,56%) y Bankia (7,51%) pegaron un insólito estirón animados por el anuncio que el BCE hizo el jueves y que se puede resumir en dos palabras: más liquidez.
Estamos literalmente ahogados en dinero y a Christine Lagarde no se le ocurre nada mejor que abrir todavía más el grifo para ampliar las ayudas en otros 600.000 millones de euros adicionales. El BCE no está incentivando la economía, sino el apetito insaciable de los políticos irresponsables que emiten deuda como si no pasara nada. El dinero no es un producto, es un instrumento de cambio.
¿Qué papel juegan las entidades? Los bancos se están convirtiendo en los gestores de crédito del Gobierno. Lo único positivo, si comparamos la situación actual con la de la crisis de 2008 es que, entonces, Zapatero los utilizó como meros transmisores de los préstamos del ICO, avalados 100 por 100 por el Estado. Ahora, al menos, se hacen responsables del 25 o del 30% del préstamo concedido.
Eso sí, son créditos dopados (avalados al 70% por el Estado) y que dejan un margen mínimo. Ese es, por tanto, el esquema del negocio bancario post-coronavirus: mucho dinero, poco margen y créditos dopados. Al parecer, a los inversores les vale con eso, aunque sea un espejismo.