La estafa del cambio climático que en el Gobierno lideran, cómo no, el presidente, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, nos va a salir muy cara a los españoles. La última muestra se puede ver en el cierre de la térmica de Andorra (Teruel) sin inversiones alternativas a la vista.
Esta central propiedad de Endesa se ha desacoplado de la red meses antes de su cierre efectivo, el cual estaba previsto para el próximo 30 de junio, y se queda con 25.000 toneladas de carbón que se quemarán en función de las necesidades del mercado. Ahora la gran pregunta es el futuro de los empleados: quedan 130 que pertenecen a la plantilla de Endesa (tras recolocar a 22 quiere hacerlo con más en los próximos meses y que 50 participen en el desmantelamiento, y el resto, que opte por las prejubilaciones). Y conviene recordar que Ribera visitó la planta de Andorra en enero de 2019 y anunció que el plan de reconversión para la comarca estaría previsto para el verano, pero las elecciones del 28-A y del 10-N (con el periodo de interinidad incluido) lo han retrasado, y ahora se habla de un convenio de transición justa que empezarán a tramitar los técnicos de su Departamento el 24 de febrero, según recoge El Periódico de Aragón.
España cerrará el carbón, mucho antes que Alemania, y ojo, también las nucleares... que emplean a 28.000 personas. ¿Alternativas? Pocas, por no decir ninguna
¿Será este el ‘precio’ por el voto del señor Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe? De seguro que no le habrá hecho gracia la noticia de Andorra, que por supuesto no contribuye a luchar contra la España despoblada. Pero la cosa no acaba aquí, como saben, Endesa también cerrará el 30 de junio las carboneras de Litoral (Almería) -pese a que en esta planta, al igual que en Andorra, había acometido inversiones para funcionar más allá de 2020 cumpliendo así los requisitos para recibir ayudas europeas-, Compostilla (León) y As Pontes (A Coruña), al igual que la mayoría de centrales de una energía a la que Alemania dirá adiós ¡en 2038!… y tampoco hay alternativas a la vista. Y ojo, porque a todo esto hay que unir que entre 2027 y 2035 se producirá el cierre progresivo de los siete reactores nucleares que aún están operativos… y tampoco hay alternativas: la industria nuclear emplea a unas 28.000 personas, entre empleos directos, indirectos e inducidos.
Prosigue el chantaje de Airbus a España: amenaza con echar a los mismos trabajadores que en Francia y Alemania
Nuevo capítulo en el chantaje de Airbus a España, que esta vez lleva a cabo por dos vías: el A400M y el nuevo caza europeo (FCAS). Tras los malos resultados (pérdidas de 1.362 millones), en gran parte, por las nuevas provisiones para el A400M, anuncia una reestructuración, pero amenaza con echar a los mismos trabajadores en España que en Francia y Alemania.
Esto no suena del todo bien, pese a que la plantilla total de Airbus asciende a 135.000 empleados. Los primeros rumores de ajuste de empleo se centraban en la división de defensa y espacio, pero ahora podría anunciarse una más amplia que afectara a todo el gigante por los efectos del fin de la producción del A380 y los problemas del A350. No obstante, conviene recordar que galos y germanos tienen más peso accionarial y otras diferencias respecto España, por ejemplo:
- En Francia hay 48.000 empleados, de los que 2.200 se dedican a defensa y 3.000 a espacio.
- En Alemania tiene 46.000 empleados, de los que 28.000 trabajan en aviones comerciales y 6.000 en helicópteros.
- En España la plantilla es de 13.000 personas, de los que 9.000 se dedican a la parte militar.
A la vista de estas cifras, resulta difícil de creer que Airbus apueste por la igualdad... Y cuando se conozca a cuánto asciende el ajuste habrá negociación, y cómo no, el gigante aeronáutico tendrá una nueva ocasión para presionar al Gobierno por haber elegido a Indra como coordinador nacional del FCAS, algo que ya hizo el propio CEO, el francés Guillaume Faury, el pasado septiembre. Por cierto, Indra no se ha quedado callada ante la última maniobra de los otros coordinadores del futuro avión de combate europeo -el francés (Dassault) y el alemán (Airbus)-, que decían que la española no estaría en la primera fase, sino en un próximo paso. Esto último no es cierto, Indra sí estará desde el principio.