Parece que el caro coche eléctrico sólo se vende vía subvenciones públicas (que algunos prefieren denominar incentivos), esto es lo que se refleja en la débil demanda que está teniendo en general, y en España en particular (con un 25% menos de ventas en agosto y un 2,66% en el acumulado de los ocho primeros meses, suponiendo una cuota mínima del 4,6% del total). Pero ojo, porque esta tendencia se puede extender también al de gasolina, diésel, híbrido,..., cuyas ventas han caído en nuestro país un 6,5% en agosto, a 52322 unidades, frenando el crecimiento acumulado desde enero al 4,5%, a 671.551 turismos, y elevando la diferencia respecto al periodo preCovid al 30%.
Decíamos que ante este escenario el sector está preocupado y ya no es tan optimista como hace unos meses, cuando tenía el objetivo de superar el millón de unidades, tras cinco años sin hacerlo. Ahora prevé cerrar 2024 por debajo de las 980.000 matriculaciones… y por ello ha vuelto a insistir en pedir incentivos para la compra o la renovación. “Lo preocupante es la tendencia a la baja que arrastra el mercado en los últimos meses, con un estancamiento en las ventas que frena la progresión que traíamos de 2023”, ha señalado Félix García, director de comunicación y marketing de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
El sector del automóvil rebaja su optimismo y ahora prevé cerrar 2024 por debajo de las 980.000 matriculaciones… y por ello ha vuelto a insistir en pedir incentivos para la compra o la renovación
Unas cifras que Anfac, junto a Faconauto (la patronal que representa a los concesionarios oficiales) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y recambios (Ganvam), publicó un día antes del primer encuentro entre el nuevo presidente de Anfac (que a su vez es director de Estrategia y Desarrollo de Negocio del grupo Renault, su líder en Iberia -España y Portugal- y su director de Operaciones de Ampere -su división de coche eléctrico y software-), Josep María Recasens, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A este encuentro también asistió el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, y desde Moncloa se recordó a que a finales de junio se lanzó un nuevo paquete de apoyo al vehículo eléctrico y conectado por 625 millones de euros… y se presumió de acumular unos 2.500 millones en ayudas para impulsar este tipo de movilidad en nuestro país.
Sin embargo, la extensión del Moves III no será suficiente para cumplir el objetivo anual de vehículos eléctricos que recoge el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para este año (280.000 unidades). Es más, desde el Gobierno no se baraja dar más incentivos que los citados en lo que queda de 2024… y para 2025 ya se verá, por lo que no parece que esté dispuesto a atender la solicitud de incentivos para la compra (y no sólo de eléctricos) o la renovación de vehículos que le reclama un sector que tiene más de 2 millones de empleados directos y donde también preocupan los elevados niveles de absentismo laboral.
Claro que la crisis del eléctrico… y su extensión al sector de automoción no sólo es algo que sucede en España, sino en el resto del mundo. Por ejemplo, en Alemania, donde el grupo Vokswagen, por primera vez en su historia, se plantea cierres de plantas en su país para reducir costes… y dice que le faltan pedidos equivalentes… ¡a dos fábricas! Todo esto al Gobierno de coalición que lidera Olaf Scholz no le ha hecho ninguna gracia y ha referido que actuará contra el grupo con sede en Wolfsburgo si al final acomete cierres y despidos. En este escenario, el sindicato IG Metall se ha abierto a negociar la semana de cuatro días para evitar que haya cierres de plantas… y ante las caídas de ventas y los posibles ajustes de Volkswagen, el Gobierno alemán ha decidido reaccionar: va a recuperar los incentivos a la compra de coches eléctricos que suprimió a finales de 2023, según avanza Expansión. Recuerden que la retirada de estas ayudas es lo que ha provocado el descenso de las ventas de eléctricos en el país germano.