La Seguridad Social registró 2.290.099 afiliados extranjeros en noviembre, una vez descontada la estacionalidad y el efecto calendario. Se trata de 29.320 empleos más que el mes anterior (1,3%). Con este aumento, se registran 100.000 trabajadores más que en febrero de 2020, antes del impacto de la pandemia, tras seis meses consecutivos de crecimiento, según ha informado este martes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La cifra de personas de origen extranjero que trabajan en España supone el 11,58% del total de afiliados a la Seguridad Social, en términos desestacionalizados.
Los grupos de ocupados más numerosos proceden de Rumanía (332.430), Marruecos (280.858), Italia (140.068), Venezuela (106.304) y China (106.232).
Lispanoamericanos comparten con los españoles las dos cuestiones claves para integrar a los inmigrantes: religión y lengua
En términos de afiliación media, la Seguridad Social contó con 2.263.281 cotizantes extranjeros en noviembre, de los cuales 792.644 proceden de países de la UE (35,02%) y 1.470.636, de terceros países (64,98%). Son 2.137 ocupados medios más que en octubre.
Los grupos de ocupados más numerosos proceden de Rumanía (332.430), Marruecos (280.858), Italia (140.068), Venezuela (106.304) y China (106.232).
A la vista de las cifras, no parece que lo españoles odien a los marroquíes, tal y como denuncia la Asociación Marroquí y recogió Hispanidad, que responde con una 'campaña de sensibilización' a gran escala...
En resumen, que España se des-hispaniza. No hace tantos que ecuatorianos y peruanos encabezaban las listas detrabajdores extranjeros en España. ¿Un desventaja? Sí, porque los hispanoamericanos comparten con los españoles las dos cuestiones claves para integrar a los inmigrantes: religión y lengua.