Hablamos de 30-35 trabajadores de los 200 que tiene Meta en España. Ese es, de momento, el alcance en nuestro país del ajuste global de la compañía, que afectará a más de 11.000 trabajadores, alrededor del 13% de la plantilla total del Grupo.
En marzo de este año, recuerden, el vicepresidente y responsable de Operaciones de Meta, el español Javier Oliván, visitó La Moncloa y le expuso a Sánchez el plan de expansión de la compañía en España, que incluía la contratación de 2.000 personas en cinco años y la apertura de un centro de datos en Talavera de la Reina, con 250 empleados.
Pero vamos con el ajuste en la filial española que dirige Irene Cano, publicado este miércoles por El Confidencial. El acuerdo entre las partes incluye, además de una generosa indemnización, tres meses extra de sueldo, así como acciones de la compañía. Según algunos, se trata de unas condiciones “inmejorables”, aunque eso no quita que los afectados se sientan traicionados, porque el plan inicial era de expansión, no de ajuste.
Las condiciones, en cualquier caso, tienen contrapartidas. Por ejemplo, que los expulsados no hablen con los medios de comunicación sobre cualquier asunto interno de la compañía, incluido el propio despido. Y para asegurar que lo cumplen, los tres meses extra no los cobrarán de golpe sino cada mes, hasta el 1 de abril.
Al margen de todo esto, lo que llama poderosamente la atención es la ausencia de críticas a Facebook en general y a Zuckerberg en particular, por parte de los medios progres de todo el mundo, incluidos los españoles. Por ejemplo, RTVE, pagada con dinero de los contribuyentes, dedicó horas de emisión en su canal 24Horas a criticar a Elon Musk cuando anunció despidos en Twitter. Por cierto, también con una generosa indemnización.