Apenas dos meses después de echar a 11.000 empleados en todo el mundo (alrededor del 13% de la plantilla), los trabajadores de la compañía que aún están con la mosca detrás de la oreja, porque las cosas no están funcionando.
Así, según se desprende de lo que han manifestado varios de ellos a Financial Times: el grupo que dirige Mark Zuckerberg no tiene claro el futuro y todavía está analizando dónde poner el foco de la carga de trabajo. En el ínterin, varios empleados se han quejado por tener “cero trabajo”. “El año de la eficiencia está comenzando con un montón de personas a las que se les paga por no hacer nada”, afirmaron los empleados consultados.
En definitiva, el panorama no pinta nada bien en casa Zuckerberg, donde todo parece estar paralizado hasta nueva orden. Y esa orden podría ser un nuevo ajuste de plantilla.