En un contexto en el que España sigue a la cabeza de paro de toda Europa y de toda la OCDE, FEDEA ha presentado hoy el noveno Observatorio trimestral del mercado laboral. Coordinado por Florentino Felgueroso (FEDEA) y Rafael Doménech (BBVA Research) y en el que han participado Juan Ramón García (BBVA Research) Marcel Jansen (UAM y FEDEA) y Analía Viola (FEDEA).

En su estudio sostiene que la tasa de vacantes ha crecido hasta una media de 0,64 puestos sin ocupar por cada 1.000 personas activas, lo que la sitúa en niveles no vistos desde finales de 2010. Y alerta que, después de varios años de convergencia, las series de paro y empleo de la EPA y las procedentes de registros administrativos se han distanciado en alguna medida tras la adaptación de la EPA al censo de población de 2021. Así, ha cifrado en 800.000 trabajadores los que están registrados como parados en las estadísticas del SEPE o de la Encuesta de Población Activa (EPA), pero que no forman parte de las dos a la vez.

Asimismo, Fedea asegura que entre los principales métodos para buscar empleo, contactar con la Agencia de Empleo Público es la segunda vía a la que menos demandantes de empleo recurren, entorno a un 11% entre los ocupados que buscan empleo entre 25 y 44 años y sólo un 8% entre los menores de 24 años.

Relacionado

Por otro lado, el estudio alerta del déficit crónico de productividad laboral de España en comparación con la UEM, que se ha agravado en la última década: "El reducido nivel de productividad laboral en España cobra todavía más relevancia cuando se tiene en cuenta que la tasa de desempleo en España duplica la de la UEM y que el crecimiento de la productividad de la eurozona ha sido menor que el de EE. UU. en las dos últimas décadas". 

Así, creció un 7% en tasa trimestral el número de ocupados que no trabajó ni una sola hora durante la semana de referencia, lo que supuso 2,8 millones de ocupados que no trabajaron, el 13% de los ocupados totales. Del mismo modo, las horas trabajadas por ocupado disminuyeron un 0,3%. 

Relacionado

Además, como hemos advertido en Hispanidad, el aumento de la tasa de parcialidad, que se ha situado alrededor del 13% en el primer trimestre del año, ha influido negativamente en las horas trabajadas. Todo ello, ha hecho que las horas efectivamente trabajadas se estabilizaron en las 36,2 horas en la semana de referencia. Y tdo ello también mientras Yolanda insiste en su genial idea de reducir la jornada laboral. 

Relacionado