El ‘feminista’ Ignacio S. Galán siembra el miedo en la plantilla de Iberdrola, sobre todo en la femenina, y empezando por Brasil. ¿El motivo? En dicho país, donde opera a través de su filial Neoenergia, ha despedido a una empleada que se había incorporado a la eléctrica tras una baja maternal, como informa El Confidencial, y esto le ha ocasionado numerosas críticas en las últimas semanas.

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La trabajadora llevaba en la eléctrica 12 años, ocupando varios puestos, pero parece que el paréntesis para ser madre de su segundo hijo no ha hecho gracia en Iberdrola. Esto llama más la atención cuando la eléctrica presume de apoyar la igualdad de género y la diversidad, y de promocionar el deporte femenino. De hecho, hace unas semanas, se vio al propio Galán jugando al pádel en traje (sólo se permitió la licencia de quitarse la chaqueta), zapatos y corbata verde (por supuesto).

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El despedido de la trabajadora en Brasil es una muestra de incoherencia por parte de la eléctrica. Además, refleja que lo que en demasiadas ocasiones no gusta en las empresas no es la mujer, sino la mujer madre, que es la que sufre más discriminación.

En el entretanto, Iberdrola ha sido reconocida con la ‘Mejor Práctica del Sector’ en la primera edición de los Premios Alcance 3.0. De esta forma, se ha premiado el alto nivel de colaboración con sus proveedores estratégicos para conseguir la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Un premio que, por cierto, ha recogido Ignacio Sanchez-Galán García-Tabernero, el hijo de Ignacio S. Galán que ocupa el puesto de director Global de Compras y Servicios de Iberdrola. Al hilo este último, recuerden que la eléctrica afronta un futuro no tan brillante por aspectos como la elevadísima deuda y la sucesión, porque ni los fondos ni el mercado permitirán que sea una sucesión dinástica y se elija al hijo mayor (Ignacio Sanchez-Galán García-Tabernero) o al yerno de Galán, David Mesonero