Corren malos tiempos para Norges Bank. El Fondo de Pensiones Global de Noruega amplió las pérdidas registradas en el primer trimestre (68.000 millones de euros), hasta cerrar el mes de junio con números rojos que alcanzaron lo 1,68 billones de coronas, unos 170.000 millones de euros, según los resultados presentados este miércoles por el fondo.
Los motivos del descalabro suenan a conocidos: la guerra de Ucrania, la subida de los tipos de interés, la caída de la renta variable, la inflación y la desaceleración económica formaron un cóctel perfecto que castigaron al gigante noruego y le auguran una segunda mitad igualmente negativa.
El 68,5% del total de las inversiones del fondo están en acciones (en España tiene participaciones en Iberdrola, BBVA, Cellnex, Caixabank, Sabadell, Indra, Colonial o Repsol, entre otras) cuya valoración cayó una media del 17%, mientras que el 28,3% corresponde a renta fija, cuya caída fue del 9,3%.
En total, el fondo invierte en más de 9.300 compañías en 70 países y tiene en su poder deuda pública de EEUU, Japón y Alemania, entre otras, también de España, aunque no es significativa: 4.000 millones de euros. Su inversión total en nuestro país ronda los 19.000 millones.
En cualquier caso, hablamos del fondo más hipócrita del mundo que se nutre del petróleo y el gas noruegos mientras presiona a las empresas en las que invierte para que sean sostenibles con el planeta.