Foro Nuclear ha respondido a la subida de la tasa Enresa un 30%, de 7,98 euros por megavatio-hora (MWh) a 10,36 euros/ MWh, a partir del 1 de julio. En concreto, ha referido que dicho incremento supondrá añadir 130 millones de euros a los 450 millones que ya abonan las centrales nucleares españolas cada año al fondo de Enresa, y que “junto con la desproporcionada, discriminatoria y asfixiante carga fiscal que soporta, amenaza seriamente la continuidad de la operación del parque nuclear español”.
La asociación que representa a la industria nuclear española y preside Ignacio Araluce ha señalado que “el Gobierno de España no ha tenido en cuenta ninguna de las alegaciones” que presentaron. Es más, insiste en que la subida de la tasa Enresa “es absolutamente ajena a la operación de las centrales nucleares, debiéndose exclusivamente a los cambios adoptados en el 7º Plan General de Residuos Radiactivos (aprobado por el Gobierno de España en diciembre de 2023) por falta de consenso entre las diferentes instituciones involucradas y, por tanto, no imputable en ningún caso a la gestión de las centrales nucleares”.
Por si lo anterior no bastara, Foro Nuclear recuerda que en el acuerdo alcanzado en marzo de 2019 entre Enresa (empresa pública que es parte de la SEPI) y las propietarias de las centrales (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP), que impulsó el Ministerio liderado por Teresa Ribera, fijaba el cese ordenado de los reactores entre 2027 y 2035, y un incremento máximo del 20% en la tasa Enresa hasta el límite de 7,98 euros/MWh (la cifra que se paga actualmente). El pacto sobre dicho aumento máximo en la tasa Enresa parece que ha sido olvidado por el Gobierno, especialmente por Ribera, aunque al final ha sido del 30% en lugar del 40% planeado en un principio. Además, se insiste en que “una operación a más largo plazo del parque nuclear conduciría a disponer de mayores recursos económicos en el Fondo Enresa, lo que ayudaría considerablemente a la financiación del propio Plan General de Residuos Radiactivos sin tener que incrementar la tasa Enresa“”.
La asociación que representa a la industria nuclear no sólo no está conforme con la medida, sino que subraya que se produce “en un momento en el que numerosas y prestigiosas instituciones nacionales e internacionales y los países con programas nucleares en marcha, especialmente en la Unión Europea, están poniendo en valor la contribución de la energía nuclear a la transición energética hacia un mundo (economía) descarbonizado y sostenible”. Mientras “aquí que el rumbo es el contrario”. ¿Habrá oído, Ribera? Seguro que no, pues ya saben su doble vara de medir: aquí en contra de la nuclear, mientras no le queda otra que apoyarla en el resto de la UE (como se vio en la taxonomía verde, en la mini-reforma del mercado eléctrico y en la Net Zero Industry Act, por ejemplo)... y más ahora que se perfila como comisaria de Energía.